El Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que celebramos el pasado 12 de junio, tuvo como objetivo servir de catalizador para el movimiento mundial contra el trabajo infantil. Lamentablemente existen otros factores que siguen afectando a las niñas, niños y adolescentes.
La experiencia de las tres últimas décadas ha demostrado que el trabajo infantil puede eliminarse si se abordan sus principales causas. Las medidas para abordarlas incluyen el establecimiento y la aplicación de un marco jurídico sólido basado en las Normas Internacionales del Trabajo y el diálogo social, la provisión de acceso universal a una educación de buena calidad y a la protección social, así como medidas directas para aliviar la pobreza, la desigualdad y la inseguridad económica, y promover el trabajo decente para los trabajadores adultos.
Desde el año 2000, durante casi dos décadas, el mundo había realizado progresos constantes en la reducción del trabajo infantil. Pero en los últimos años, los conflictos, las crisis y la pandemia del COVID-19, han sumido a más familias en la pobreza - y han obligado a millones de niños más a recurrir al trabajo infantil. El crecimiento económico no ha sido suficiente, ni mucho menos integrador, para aliviar la presión que sienten demasiadas familias y comunidades y que les hace recurrir al trabajo infantil. En la actualidad, 160 millones de niños siguen trabajando. Es decir, casi uno de cada diez niños en todo el mundo.
Aunado a este tema mundial, también persiste la explotación laboral que debería considerarse como “trata de personas”, y no es así. Continuamos en lo local teniendo casos de violaciones sexuales y los niños deberían están teniendo un espacio seguro para su protección, pero no lo tienen.
El 70 por ciento de las denuncias resulta ser de las personas más cercanas a ellos, es decir padres, padrastros, tíos, cuñados, primos, y se debería estar trabajando en este tema para restituir los derechos de los niños. Los sistemas DIF municipales, del estado y nacional deberían estar haciendo su trabajo, pero no es así. Hoy somos las organizaciones sociales quienes estamos “desde siempre”, haciendo hasta lo imposible para atender el tema de la infancia.
A pesar de todo este antecedente de trabajo real, que consta a la sociedad, autoridades locales y estatales en el caso de Chiapas, la organización por la superación pide a las diputadas y senadoras y al congreso local de Chiapas dar seguimiento a los temas de la niñez porque son los más desprotegidos y tomen cartas en el asunto porque nuestra organización con casi 30 años de trabajo serio en favor de la población vulnerable jamás ha dejado de luchar, pese a que este gobierno recortó presupuestos para los refugios.
Nosotras seguimos con un modelo de atención avalado, en el que se restituyen los derechos de las niñas, niños y adolescentes, ellos reciben toda la atención humana y de calidad, pero pareciera no ser suficiente para el DIF nacional quién hoy se aferra en hostigarnos, solicitando una serie de requisitos donde se necesita de recursos para poder pagar dichas gestiones cuando nuestra prioridad es velar por el interés superior del menor, y no solamente estamos restituyendo Derechos de niñas, niños y adolescentes si no hasta lograr las sentencias.
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Teléfonos 962 83759 y 962 62 25008
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