/ lunes 22 de julio de 2024

Paradigmas / Lluvias y escuela

La temporada de lluvias ha llegado como cada año, dando por terminado una temporada de estiaje bastante intensa y preocupante en todo el país. Sin duda alguna, diversas actividades se ven alteradas, algunas de forma positiva otras de forma negativa; sin embargo, algunas destacan más que otras, entre las que sobresalen las actividades comerciales y educativas, de esta última comentaré en esta ocasión.

Las lluvias siempre han sido un evento meteorológico frecuente en nuestra región, siendo incluso una de las regiones más lluviosas en México desde siempre, y si bien esto es sin duda una característica de muchos beneficios, también ha sido causa de algunas tragedias, por lo que los sistemas meteorológicos y de protección civil tienen un papel preponderante en los sistemas de seguridad y alerta temprana para la protección de la población.

El Sistema Meteorológico Nacional (SMN; https://smn.conagua.gob.mx/es/), dependiente de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), es la institución que provee, basada en la información satelital y el conocimiento de los meteorólogos profesionales, la información y recomendaciones para que instituciones como Protección Civil, puedan emitir indicaciones, incluso dictar medidas de carácter obligatorias, para llevar a cabo acciones de salvaguarda y protección de la población.

Lo anterior es necesario e importante tenerlo en cuenta, y con todo respeto hacerle notar a los docentes que no son autoridad competente para que, ante un día nublado o una lluvia ligera, inmediatamente suspendan clases en perjuicio del proceso de aprendizaje de los estudiantes en general, como ya se ha hecho costumbre en nuestra sociedad. Resulta claro y de la mayor relevancia siempre tener presente la seguridad de nuestro niños y jóvenes, pero son las autoridades competentes quienes, basados en la información meteorológica oficial, deben en tiempo y forma emitir la indicación de suspensión de actividades escolares, no los docentes, pues actualmente es común ver que, ante un amanecer nublado o una lluvia ligera, los docentes y/o autoridades de las escuelas, tienden a suspender inmediatamente las actividades escolares.

Con el fin de procurar la seguridad de los estudiantes durante la temporada de lluvias, resulta necesario e importante tener en cuenta, por parte de docentes, autoridades escolares y padres de familia: 1) estar pendientes y en contacto permanente con las autoridades de protección civil local, 2) capacitar apropiadamente al docente para actuar responsablemente en la temporada de lluvias, 3) proveer al estudiante de la información suficiente de cómo actuar en días de lluvia; 4) abrigar apropiadamente a los estudiantes, 5) establecer sistemas de comunicación grupal inmediata entre docentes y padres de familia, 6) realizar las reparaciones necesarias de aulas previo a la temporada de lluvias, 7) informar con tiempo suficiente a las autoridades locales las necesidades de atención de los accesos a las escuelas; 8) contar con un plan de actuación de emergencia ante imprevistos climáticos, entre otras acciones.

Poniendo en primer plano la seguridad de nuestros estudiantes, recordemos que los docentes no somos expertos meteorólogos, y que si se suspenden clases cada que los días amanecen nublados o ante cualquier lluvia ligera, los días que se perderán en la formación de nuestros alumnos, serán significativos y en perjuicio de ellos.

Email: vicente.castro@unach.mx

La temporada de lluvias ha llegado como cada año, dando por terminado una temporada de estiaje bastante intensa y preocupante en todo el país. Sin duda alguna, diversas actividades se ven alteradas, algunas de forma positiva otras de forma negativa; sin embargo, algunas destacan más que otras, entre las que sobresalen las actividades comerciales y educativas, de esta última comentaré en esta ocasión.

Las lluvias siempre han sido un evento meteorológico frecuente en nuestra región, siendo incluso una de las regiones más lluviosas en México desde siempre, y si bien esto es sin duda una característica de muchos beneficios, también ha sido causa de algunas tragedias, por lo que los sistemas meteorológicos y de protección civil tienen un papel preponderante en los sistemas de seguridad y alerta temprana para la protección de la población.

El Sistema Meteorológico Nacional (SMN; https://smn.conagua.gob.mx/es/), dependiente de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), es la institución que provee, basada en la información satelital y el conocimiento de los meteorólogos profesionales, la información y recomendaciones para que instituciones como Protección Civil, puedan emitir indicaciones, incluso dictar medidas de carácter obligatorias, para llevar a cabo acciones de salvaguarda y protección de la población.

Lo anterior es necesario e importante tenerlo en cuenta, y con todo respeto hacerle notar a los docentes que no son autoridad competente para que, ante un día nublado o una lluvia ligera, inmediatamente suspendan clases en perjuicio del proceso de aprendizaje de los estudiantes en general, como ya se ha hecho costumbre en nuestra sociedad. Resulta claro y de la mayor relevancia siempre tener presente la seguridad de nuestro niños y jóvenes, pero son las autoridades competentes quienes, basados en la información meteorológica oficial, deben en tiempo y forma emitir la indicación de suspensión de actividades escolares, no los docentes, pues actualmente es común ver que, ante un amanecer nublado o una lluvia ligera, los docentes y/o autoridades de las escuelas, tienden a suspender inmediatamente las actividades escolares.

Con el fin de procurar la seguridad de los estudiantes durante la temporada de lluvias, resulta necesario e importante tener en cuenta, por parte de docentes, autoridades escolares y padres de familia: 1) estar pendientes y en contacto permanente con las autoridades de protección civil local, 2) capacitar apropiadamente al docente para actuar responsablemente en la temporada de lluvias, 3) proveer al estudiante de la información suficiente de cómo actuar en días de lluvia; 4) abrigar apropiadamente a los estudiantes, 5) establecer sistemas de comunicación grupal inmediata entre docentes y padres de familia, 6) realizar las reparaciones necesarias de aulas previo a la temporada de lluvias, 7) informar con tiempo suficiente a las autoridades locales las necesidades de atención de los accesos a las escuelas; 8) contar con un plan de actuación de emergencia ante imprevistos climáticos, entre otras acciones.

Poniendo en primer plano la seguridad de nuestros estudiantes, recordemos que los docentes no somos expertos meteorólogos, y que si se suspenden clases cada que los días amanecen nublados o ante cualquier lluvia ligera, los días que se perderán en la formación de nuestros alumnos, serán significativos y en perjuicio de ellos.

Email: vicente.castro@unach.mx