El Museo del Templo Mayor reabre sus puertas al público luego de que cerró el 28 de abril pasado debido al colapso de la techumbre metálica del edificio Casa de las Águilas, en la zona arqueológica, a consecuencia de una granizada.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció que el Museo del Templo Mayor reiniciará actividades, bajo medidas sanitarias, de martes a sábado en un horario reducido: de 10:00 horas a 15:00 horas. Mientras que la zona arqueológica del Templo Mayor permanecerá cerrada debido a los trabajos de restauración en la techumbre.
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Los visitantes podrán recorrer la exposición temporal “Tenochtitlan y Tlatelolco. A 500 años de su caída”, y las ocho salas de la colección permanente donde se exponen piezas como la Ofrenda 102, descubierta en el año 2000 y dedicada al dios Tláloc con gran cantidad de restos arqueológicos de fibras vegetales en buen estado.
Otro atractivo está en la sala 3 que es un mapa interactivo sobre el sistema de tributación de los mexicas. Este elemento permitirá observar el crecimiento del imperio, así como la expansión que alcanzó hasta 1519.
También hay notas para identificar materiales que se encuentran en las diferentes salas del museo y hacer un vínculo entre algunas piezas que se han identificado por gobernante y las diversas etapas constructivas del Templo Mayor.
Sobre la techumbre, el INAH informó en días pasados que todavía se realiza un análisis estratégico para llevar a cabo la remoción de la techumbre colapsada el 28 de abril, en la Casa de las Águilas.
Para ello, en primera instancia se colocaron elementos para proteger por escurrimientos en los pisos de estuco y banquetas polícromas, para que los trabajadores, encargados de apuntalar el techo, pudieran transitar por el lugar.
Además, los investigadores e ingenieros especialistas determinaron que la techumbre caída no se puede retirar en un solo movimiento debido a su peso de aproximadamente 60 toneladas, además por logística y la carga natural del piso que podría dañar el edificio prehispánico.
Por lo que el siguiente paso consiste en reforzar las protecciones que se colocaron de manera emergente y comenzar con los trabajos de remoción del techo, lo que implica retirar el techo sin dañar la arquitectura arqueológica, y luego colocar una nueva techumbre.
Además del personal del INAH y del museo, en los trabajos participan ingenieros estructuristas de la empresa TGC Geotecnia.
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