"Todos necesitamos ser escuchados" es el mensaje central del documental "Las Letras de Mi Mente", que narra la inspiradora historia de Fayteck Saldierna, un joven emprendedor y CEO originario de Chiapas. La película explora su camino hacia el éxito, marcado por el reto de crecer con padres sordos y su compromiso con la inclusión.

Este documental, 100 por ciento inclusivo, se proyectará en salas de cine de todo México, ofreciendo al público una oportunidad única de conocer la vida de un chiapaneco que está brillando en las pantallas grandes. "Las Letras de Mi Mente" fue filmado durante nueve días en la capital chiapaneca, Tuxtla Gutiérrez, y ha sido dirigido y producido por la cineasta chiapaneca Tania Moreno, junto a un talentoso equipo que incluye a Sergio Gómez, Willy Méndez, Violeta Villavicencio, Eduardo Cortez y Alejandro Michel.

La historia de Fayteck no solo resalta sus logros como empresario, sino también su dedicación a causas sociales. Ha creado diversas fundaciones y apoya a personas migrantes y de escasos recursos. Además, estableció una escuela de Lengua de Señas Mexicanas, impulsada por su deseo de promover la inclusión de la comunidad sorda, de la cual forman parte sus padres.

"Las Letras de Mi Mente" es un relato conmovedor que destaca la importancia de la empatía y la superación personal. Esta historia, repleta de desafíos y motivación, invita a los espectadores a reflexionar sobre la inclusión y el poder de ser escuchados. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de esta película que, sin duda, dejará una huella en el corazón de quienes la vean.

“Manos que Hablan”: La asociación que promueve la inclusión a través de la lengua de señas

Felipe Eduardo Saldierna Rodríguez, un joven comprometido con la inclusión, ha creado la asociación civil “Manos que Hablan”, dedicada a ofrecer cursos de Lengua de Señas Mexicanas a bajo costo. La iniciativa surgió de su experiencia personal, ya que sus padres tienen discapacidad auditiva y ha sido testigo de las dificultades que enfrentan.

“Enseñamos lengua de señas mexicanas para que las personas oyentes puedan comunicarse con las personas sordas. Es un proyecto personal que comenzó hace más de nueve años y que, gracias a Dios, se ha hecho nacional. La asociación nació porque mis dos padres son sordos y he visto cómo les han cerrado las puertas. Desde pequeños, mi hermana y yo aprendimos, obviamente por necesidad, para ser los intérpretes de nuestros padres”, compartió Eduardo.

La misión de “Manos que Hablan” es promover el aprendizaje del lenguaje de señas no solo entre personas sordas, sino también entre quienes, por diversas razones, pueden perder la capacidad auditiva con el tiempo. Eduardo destaca que el conocimiento de la lengua de señas es esencial para fomentar la comunicación y la inclusión social, permitiendo que más personas se integren a la comunidad.

Con un enfoque en la sensibilización y el apoyo a la comunidad, “Manos que Hablan” busca derribar barreras y abrir puertas a una comunicación más accesible. A través de sus cursos, la asociación espera que cada vez más personas se animen a aprender, contribuyendo a un entorno más inclusivo y respetuoso.

La historia de Felipe Eduardo Saldierna y su asociación es un ejemplo de cómo las experiencias personales pueden transformarse en proyectos que impactan positivamente a la sociedad, promoviendo la empatía y el entendimiento entre diferentes comunidades.