En la inmensidad del Ártico puedes encontrarte a un reno salvaje con cuernos más grandes que la rama de un árbol, al zorro Ártico peludo y blanco como una esponja de algodón o la morsa de dos metros y cientos de kilos que cuelga de su hocico dos colmillos filosos.
La diversidad de esta zona alrededor del Polo Norte es recreada en la exposición Ártico: La expedición, que se presenta en el Acuario Inbursa. Una muestra que a través de imágenes, videos, sonidos ambientales y seis figuras de tamaño real, explora los misterios y afectaciones de esta área en riesgo ambiental.
“Esta muestra reúne información que biólogos, antropólogos e investigadores analizaron sobre distintos temas del Ártico que consideramos ayudan a que el público conozca más sobre lo que hay en estas regiones del planeta”, explica Juan Rafael Sánchez, director de operaciones del Acuario Inbursa.
La exposición hace un recorrido desde las primeras exploraciones en el Ártico documentadas a finales del siglo XVI hasta el descubrimiento en junio pasado de un animal microscópico congelado por 24 mil años en Siberia. Sumado con otros descubrimientos realizados en el último siglo.
“Nuestros investigadores hicieron un buen trabajo para recuperar la información más actual para respetar la historia del lugar. Sobre todo porque la exposición se montó prácticamente en dos meses, fue un proyecto que se desarrolló muy rápido para aprovechar la temporada vacacional”.
La muestra inicia con un laberinto de espejos que abre camino a un ambiente frío. La ruta, con la historia y hallazgos del Ártico en las paredes, lleva hasta donde está la figura de un imponente oso polar de dos metros y medio. El mamífero de patas acolchonadas está a un lado del pasadizo donde los sonidos ambientales recrean el canto de las ballenas jorobadas y belugas.
Todas son especies en peligro de extinción. Vida animal que ha perdido su hogar por la crisis climática que explotó desde la Revolución Industrial. Tan sólo en el último siglo, registra la muestra, el grosor del hielo en el Ártico disminuyó un 40 por ciento y provocó que el nivel del mar aumentara casi 20 centímetros, provocando afectaciones en la flora y fauna del lugar.
“La intención principal que tenemos con esta exposición es mandar un mensaje para cuidar al medio ambiente y a las especies. Y la mejor manera es conociendo todo lo que hay en ella”, señala el directivo.
Debido a la pandemia de Covid-19, la exposición fue adecuada y tuvo que prescindir de los elementos interactivos que caracterizan al museo, para garantizar la seguridad de los asistentes.
“Variamos el recorrido con videos temáticos, reproducciones de sonidos, tematización de lectura. Hicimos una mezcla de elementos para que el público lo viera de otra manera”, comenta Juan Rafael Sánchez.
La exposición permanecerá abierta al público de lunes a domingo de manera indefinida.