María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, conocida como Leona Vicario nació en la Ciudad de México el 10 de abril de 1789 y falleció el 21 de agosto de 1842, fue una de las figuras más destacadas de la Independencia de México, durante la cual formó parte de los insurgentes teniendo un papel de espía, alertando de las situaciones que ocurrían en la capital del virreinato.
Contrario a las costumbres de la época, los padres de Leona se encargaron de nutrir el espíritu de su hija. Esto lo hicieron brindándole una educación intelectual y religiosa. Tomando en cuenta que en ese entonces, la educación era negada a las mujeres por ser consideradas no aptas para recibirla.
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Perteneció al grupo de Los Guadalupes, además financió con su propia fortuna la insurgencia, se enfrentó a numerosos riesgos por apoyar la causa independentista. Contrajo matrimonio con el también independentista Andrés Quintana Roo.
Fue nombrada Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria, es la única mujer en México a quien se le han rendido funerales de Estado, de igual forma es considerada como la primera periodista del país, hacia finales de la década de 1920 se le conocía como La mujer fuerte de la Independencia.
La carta firmada por Leona y dirigida a Alamán, Secretario de Relaciones, fechada el 2 de abril, está llena de hermosos conceptos de elevado patriotismo: "Mi objeto en querer desmentir la impostura de que mi patriotismo tuvo por origen el amor, no es otro que el muy justo deseo de que mi memoria no pase a mis nietos con la fea nota de haber yo sido una atronada que abandoné mi casa por seguir a un amante… Todo México supo que mi fuga fue de una prisión y que ésta no la originó el amor, sino el haberme apresado a un correo que mandaba yo a los antiguos patriotas… Confiese usted, señor Alamán, que no sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres: que ellas son capaces de todos los entusiasmos y que los deseos de gloria y libertad para la patria no les son unos sentimientos extraños; antes bien suelen obrar en ellas con más vigor. Son más desinteresados y parece que no buscan más recompensa que la de que sean aceptados."
La heroína "que perdió su dinero por la Independencia" falleció el 21 de agosto de 1841, a la edad de cincuenta y tres años en su casa ubicada en el número 37 de la calle República de Brasil, en el centro Histórico de la Ciudad de México. Reposó inicialmente, junto con los restos de Quintana Roo, en la Rotonda de los Hombres Ilustres, pero desde 1910 sus cenizas se encuentran depositadas en la cripta de la Columna de la Independencia, en el Paseo de la Reforma.
Entre los reconocimientos que se le han otorgado, está la inscripción de su nombre con letras de oro en el Congreso de la Unión (1948) y el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre de 2019, que declara 2020 como “Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria”.