Cuenta la leyenda que un Nahual vigila desde lo alto del Banpaís

En las noches estrelladas, el Banpais es escenario de un antiguo misterio: un anciano nahual que, transformándose en ave, sigue velando por la ciudad

Marvin Bautista / Diario del Sur

  · jueves 17 de octubre de 2024

El viejo edificio de Tapachula guarda muchos secretos / Foto: Cortesía / Amotapachula

El edificio Genopa, más conocido como Banpaís, es un ícono de modernidad en Tapachula, el primer rascacielos que se alza orgullosamente en el horizonte de la ciudad. Su impresionante estructura ha sido testigo de numerosos eventos a lo largo de los años, pero pocos conocen las misteriosas historias que lo rodean.

Una de las leyendas más intrigantes es la del anciano que habitaba en su último piso, una historia que el cronista local, Leopoldo Constantino García, narra con fascinación. Hace algunos años, cuando el edificio recién había abierto sus puertas, un joven trabajador, emocionado por su nuevo empleo en la oficina de este emblemático rascacielos, decidió explorar cada rincón del lugar.

Una noche, atraído por la vista que ofrecía la azotea, subió hasta lo más alto. Desde allí, podía admirar las luces titilantes de la ciudad y el río que serpenteaba a lo lejos. Pero lo que realmente lo sorprendió fue la aparición de un anciano, vestido con ropa blanca y un sarape que caía hasta el suelo.

El joven, curioso, le preguntó qué hacía allí. El anciano, con voz tranquila, respondió que llevaba viviendo en ese lugar desde mucho antes de que la ciudad creciera y que le habían permitido quedarse. Aunque el joven aceptó la respuesta, algo en su interior le decía que había más detrás de aquella extraña presencia.

Con el tiempo, los empleados del edificio comenzaron a escuchar ruidos extraños provenientes del último piso. Mientras algunos se atrevían a investigar, el joven trabajador nunca más subió, hasta que una necesidad ineludible lo llevó a hacerlo de nuevo.

Buscando algo en el cuarto de servicio, se encontró una vez más con el anciano. Pero esta vez, lo que vio fue completamente inesperado: el hombre se transformó en un enorme pájaro con alas extendidas y una cabeza que evocaba a la de un pavo real. El ave, majestuosa y aterradora, emprendió el vuelo hacia el monte, dejando al joven completamente impactado.

Decidido a dejar el trabajo, el joven renunció poco después. Antes de irse, subió una vez más al último piso y descubrió las ropas del anciano, abandonadas junto a unas piedras. Desde ese día, se dice que nadie volvió a ver al anciano.

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Leopoldo Constantino destaca que algunos creen que su desaparición fue un intento de despistar a quienes habían descubierto su secreto, mientras que otros aseguran que, en las noches, aún se puede ver a un hombre mayor contemplando el cielo desde lo alto del edificio, o incluso observar el vuelo de un enorme ave que se dirige hacia el río.

Así, la leyenda del anciano del edificio Banpais sigue viva entre los tapachultecos. La próxima vez que pase por allí, no olvide mirar hacia el último piso. Porque nunca se sabe qué secretos puede guardar este antiguo rascacielos.