5 poetas chiapanecos que debes conocer

A través de sus palabras, estos poetas nos invitan a explorar el alma de Chiapas, a sentir su dolor, a celebrar su alegría y a comprender la riqueza de su identidad cultural

Connie Ramírez / Diario del Sur

  · lunes 29 de julio de 2024

Un escritor es una persona que usa palabras escritas en diferentes estilos y técnicas para comunicar ideas/Foto: difundiaediciones.com

En el vasto y rico paisaje cultural de Chiapas, la poesía ha encontrado un fértil terreno para florecer. Este estado, conocido por su biodiversidad y su riqueza histórica, también se destaca por ser cuna de una prolífica tradición literaria. En sus montañas, selvas y ciudades, han surgido voces poéticas que capturan la esencia de su entorno y la complejidad de sus vivencias.

Los poetas chiapanecos han sabido entrelazar en sus versos la belleza natural de su tierra con las luchas sociales y las historias personales que los han marcado. Su obra, diversa y multifacética, refleja tanto el esplendor de la naturaleza como los desafíos de la modernidad, ofreciendo una mirada introspectiva y crítica a la vez.

1. Enoch Cancino Casahonda


Nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 6 de octubre de 1928, Enoch Cancino Casahonda dejó una profunda huella en la vida política y cultural de su estado. Falleció el 2 de marzo de 2010. Cancino Casahonda ocupó diversos cargos relevantes, como coordinador del área de Humanidades en la UNACH, secretario del Gobierno de Chiapas, diputado federal y alcalde de Tuxtla Gutiérrez. Desde 1974, fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y presidió la Corresponsalía del SCM en Tuxtla Gutiérrez. Sus colaboraciones aparecieron en publicaciones como Ámbar, Diario Popular, La Ceiba, Papalote y la Revista del Consejo. En 1956, obtuvo el Premio Ciudad de México por su obra "Perfiles de barro" y en 2008 recibió la Medalla Rosario Castellanos, otorgada por el Congreso del Estado de Chiapas.


2. Rosario Castellanos


Rosario Castellanos (1925-1974) es una figura destacada en la literatura mexicana, reconocida tanto a nivel nacional como internacional. Su carrera abarcó la promoción cultural, la enseñanza, el periodismo y la diplomacia, y se destacó en géneros como la novela, el cuento, la poesía y el teatro. Obras como "Balún Canán," "Oficio de tinieblas," "Álbum de familia" y "Poesía no eres tú" son esenciales en el canon literario mexicano, explorando temáticas de género e identidad indígena de manera única. Aunque evitó las etiquetas de indigenista y feminista, su obra aborda estas cuestiones con profundidad y sin idealizaciones. A lo largo de su vida, Castellanos realizó numerosas contribuciones periodísticas, aunque no recibió la atención merecida en su época. Tras su fallecimiento en Tel Aviv mientras servía como embajadora, su legado literario y su influencia han crecido significativamente, llevándola a ser inhumada en la Rotonda de las Personas Ilustres en México.


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3. Santiago Serrano

Realizó sus estudios iniciales en su ciudad natal, Suchiapa, Chiapas y el bachillerato en Guatemala. Posteriormente, se trasladó a la Ciudad de México para estudiar leyes en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional, pero abandonó la carrera para dedicarse a la política en su estado natal. Lideró el “Club Civilista Chiapaneco” para promover la paz y la estabilidad gubernamental durante las elecciones estatales bajo la presidencia de Venustiano Carranza. En 1913, colaboró en los periódicos Lira Chiapaneca y Chiapas Gráfico, editados en la Ciudad de México, y también en varios diarios de Guatemala. Fue director de diversas publicaciones, incluyendo La Patria Chica, Lux Lúmine, El Gladiador, Evolución, Orientación, La Voz de Chiapas, Patria Chica, El Cometa, Chiapas Nuevo y La Tribuna.

Serrano escribió poesía, crónica y ensayo. Con su poema "Mi amazona" en 1917, rompió con las convenciones del modernismo, incorporando elementos del mundo moderno y anglicismos. Aunque su obra posterior mantuvo un tono sentimental y sencillo, similar al de Bécquer, su periodismo fue valiente y alineado con el movimiento revolucionario, reflejado en los periódicos que dirigió y su libro "Chiapas revolucionario".


4. Elva Macías


Nació el 10 de enero de 1944 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Estudió Lengua y Literatura Rusa en la Universidad Lomonósov de Moscú. A lo largo de su carrera, trabajó como maestra de español en China y en diversas instituciones culturales como el INBA, la UNAM y en su estado natal. Fue directora del Museo Universitario del Chopo y de las series discográficas Voz Viva de México y Voz Viva de América Latina. Su obra ha sido reconocida con varios premios, incluyendo el Premio Chiapas de Literatura Rosario Castellanos en 1993 y el Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer en 1994 por "Ciudad contra el cielo". La Biblioteca “Elva Macías Grajales” en Tecpatán, Chiapas, lleva su nombre. Además, ha participado en diversos encuentros literarios y festivales, tanto en México como en el extranjero.


5. Jaime Sabines


Jaime Sabines (1926-1999) es uno de los poetas chiapanecos más reconocidos del siglo XX, perteneciente a la Generación del Medio Siglo. Nacido en Chiapas y fallecido en la Ciudad de México, su obra incluye libros fundamentales como "Horal" (1950), "Tarumba" (1956) y "Algo sobre la muerte del mayor Sabines" (1973). Aunque su poesía es principalmente conocida en México, su influencia se extiende por toda América Latina. Sabines se asoció con la vertiente poética coloquialista, junto a poetas como Juan Gelman, Ernesto Cardenal y Mario Benedetti. Su poesía, marcada por un tono popular y accesible, contrasta con la vertiente culta promovida por Octavio Paz. La obra de Sabines explora temas universales como el amor, la soledad, la muerte y el tiempo, reflejando su profunda conexión con la realidad social y política de su época.