Sor Juana Inés de la Cruz y su legado para las poetas mexicanas

La obra de Sor Juana Inés de la Cruz, incluye poesía, ensayos y teatro, en los que abordó temas que iban desde la filosofía hasta las complejidades de la condición humana

Marcia Ramos / Diario del Sur

  · lunes 11 de noviembre de 2024

Sor Juana se convirtió en una de las voces más influyentes de la literatura y el pensamiento en América / Foto: Secretaría de Cultura

En el México colonial del siglo XVII, una figura se alzó con una claridad y fuerza inigualables, desafiando los límites de su tiempo: Sor Juana Inés de la Cruz. Nacida en 1648 en lo que hoy es el Estado de México, Sor Juana se convirtió en una de las voces más influyentes de la literatura y el pensamiento en América, siendo pionera en la defensa del derecho de las mujeres a la educación.

Desde temprana edad, Sor Juana mostró un intelecto excepcional y una insaciable curiosidad por el conocimiento, destacándose en una época en que las mujeres tenían prohibido el acceso formal a la educación. Su determinación la llevó a aprender en secreto y, años más tarde, a ingresar en un convento para dedicarse al estudio. Dentro del claustro, encontró un espacio de libertad que le permitió escribir obras que hoy son pilares de la literatura en español.

La "Décima Musa" y su lucha por el conocimiento

Sor Juana fue nombrada "La Décima Musa" por sus contemporáneos, en referencia a las musas griegas de las artes. Su obra incluye poesía, ensayos y teatro, en los que abordó temas que iban desde la filosofía hasta las complejidades de la condición humana. En sus textos, Sor Juana defendió apasionadamente el derecho de las mujeres a pensar, aprender y expresarse, convirtiéndose en una pionera del feminismo en América Latina.

En uno de sus poemas más famosos, “Hombres necios que acusáis”, Sor Juana arremete contra la hipocresía y el machismo de su sociedad. Este poema, con su poderosa crítica social, sigue siendo citado hoy en día como un reflejo de las luchas de género:

"Hombres necios que acusáis

a la mujer sin razón,

sin ver que sois la ocasión

de lo mismo que culpáis..."

Para seguir desarrollando su intelecto, Sor Juana decidió ingresar al convento de San Jerónimo, donde el ambiente religioso le permitió acceder a libros y dedicarse a escribir. No obstante, su vida monástica no estuvo libre de conflictos. Su pensamiento y su defensa de los derechos femeninos le valieron la desaprobación de figuras eclesiásticas de su época. En 1694, bajo presión de la Iglesia, fue obligada a abandonar sus escritos y a despojarse de sus libros. Sin embargo, su legado ya era imborrable.

Una inspiración que trascendió siglos

Sor Juana no solo fue una poeta, sino también una filósofa y una intelectual cuyas ideas influyeron en generaciones futuras. Su trabajo y su lucha han inspirado a escritoras mexicanas de todas las épocas, como Rosario Castellanos y Pita Amor, quienes han continuado la senda abierta por Sor Juana, abordando temas de desigualdad y defendiendo los derechos de las mujeres a través de la literatura.

En sus obras, Rosario Castellanos examina la posición de la mujer en una sociedad patriarcal, mientras que Pita Amor, a través de su estilo directo, también desafió las normas literarias y sociales de su tiempo. Estas escritoras, y muchas otras, han tomado la antorcha encendida por Sor Juana, utilizando su talento y voz para cuestionar el machismo y defender la dignidad y los derechos de las mujeres.

El Día Nacional del Libro y la herencia de Sor Juana

Cada 12 de noviembre, el Día Nacional del Libro en México celebra el nacimiento de Sor Juana y la riqueza literaria del país. Más que una festividad, es un homenaje a su legado y una reafirmación del papel que las escritoras mexicanas han jugado en la construcción de una sociedad más justa. Sor Juana Inés de la Cruz nos recuerda que la escritura es, para muchas mujeres, un acto de resistencia, una herramienta de liberación y un medio para romper las barreras sociales.

El impacto de Sor Juana sigue vivo, y su ejemplo inspira a mujeres y hombres a desafiar las injusticias y a buscar un mundo más igualitario. Sus palabras nos siguen recordando que el conocimiento es poder y que, como ella demostró en su vida y obra, el intelecto no conoce género ni barreras impuestas por la sociedad.