Para entender mejor esta disyuntiva, empecemos por conocer la definición de estas palabras, conmemorar es hacer memoria, puede usarse para referencia a cualquier hecho, triste o alegre, donde se recuerde un hecho o persona, por otra parte la idea de celebrar lleva implícitos la fiesta, el festejo y la satisfacción, no a hechos vinculados a la muerte o a alguna circunstancia dolorosa.
El 8 de marzo desde 1975, se conmemora en el mundo la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos. Dicha fecha se hizo oficial en ese año por las Naciones Unidas.
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El 8 de marzo encuentra sus orígenes en las manifestaciones de las mujeres que, especialmente en Europa, reclamaban a comienzos del siglo XX el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos.
Es necesario recordar que este día no debe ser un símbolo de festejo, sino un recordatorio de cada una de las mujeres que han levantado la voz a lo largo de la historia por ellas, otras mujeres y niñas de las nuevas generaciones.
¿Entonces, es malo felicitar a las mujeres el 8 de marzo?
No es malo si felicitas a una mujer, ya que, no se trata de celebrar a la mujer por ser mujer, más bien, es conmemorar la lucha, que actualmente continúa, en pro de que la mujer sea tratada respetando todos sus derechos.
¿Sabías que...?
- Nueva Zelanda fue el primer país que permitió votar a las mujeres en 1893
- Se estima que en México existen 10 feminicidios al día
- La sobrecarga de trabajo de las mujeres es 4 veces más de la de los hombres
- La tasa de participación económica de las mujeres de el 44% sobre el 76% de los hombres.