Javier Aguirre regresó a nuestro país para dirigir de nuevo al Tricolor, ahora en la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Cobijado con elementos de su entera confianza, el “Vasco” afrontó su segundo certamen mundialista como timonel, con Óscar Pérez en la portería del equipo mexicano, dándole todo el apoyo a Cuauhtémoc Blanco en el ataque y confirmó la valía de Javier “Chicharito” Hernández, recientemente fichado por el Manchester United, de Sir Alex Ferguson, con su par de anotaciones en el torneo.
Lo malo fue que nuevamente en la instancia de octavos de final su equipo se vio endeble ante Argentina, y los sudamericanos les entregaron el boleto de vuelta a casa y con el quinto partido, como cuenta pendiente. El sorteo previo colocó al Tricolor con el anfitrión, Sudáfrica, con Francia y Uruguay, en la primera ronda, todos ubicados en el Grupo A.
El 11 de junio se puso a rodar el balón en el Soccer City Satadium, en Johanesburgo, y tras un primer tiempo sin pena ni gloria, al regresar de los vestidores, Sudáfrica y México, las emociones empezaron a surgir y a los 10 minutos del complemento, los locales se pusieron al frente por medio Tshabalala. Las cosas no funcionaban como quería el “Vasco” Aguirre, pero al 79’, el capitán Rafa Márquez puso el empate y el resultado fue un salomónico 1-1 final.
En el guión del Tricolor se presentaba Francia como segundo sinodal. El equipo galo no caminaba y lo rodeaba un ambiente nada propicio previo y durante la justa en tierras africanas. El juego ante México fue fiel reflejo de lo anterior y mediante un pase largo medido, Javier Hernández hizo su primer gol en un Mundial, y emuló a su abuelo Tomás Balcázar, en el minuto 64. Cuauhtémoc Blanco confirmó su valía en el equipo mexicano con su penaltianotado a 11 minutos del final y México se apuntó su primera victoria en el certamen de África.
El juego que cerraba la fase de grupos fue ante Uruguay. Como es típico en los juegos ante los charrúas, éste también se vivió intensamente y Luis Suárez colocó al minuto 43 el gol que a la postre sería el único, con lo que la derrota fue puesta en el casillero de los pupilos de Aguirre.
México pasó a los octavos como segundo lugar de su grupo y Argentina de nuevo se apuntó como el rival en esta etapa. Tévez en dos ocasiones e Higuaín en otra, pusieron una losa muy pesada al minuto 52 del cotejo, algo que los verdes no se pudieron quitar y sólo “Chicharito” marcó el de la honra con una media vuelta letal. Al final, el marcador fue a ritmo de tango, a favor de los sudamericanos por 3-1, y el pasaje de vuelta de los nuestros tenía marcado nuevamente la leyenda: “no se pudo acceder al quinto partido”.
