Una barrida desesperada de Anderson Santamaría con el fin de evitar a toda costa el remate franco de Santiago Ormeño acabó por mandar al fondo de la red el servicio raso emanado de la pierna de Gustavo Ferrareis en dirección hacia el hombre gol del Puebla, mandando con eso a las semifinales del Guardianes 2021 al conjunto blanquiazul.
La Franja metió así en juego el criterio de la posición en la tabla como criterio de desempate para dejar por el camino a La Academia tras el 1-1 en el marcador global.
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El Puebla fue el Puebla del torneo rebasados los 25 minutos en el Cuauhtémoc, pues hasta antes chocó una y otra vez con una pared rojinegra, a veces jugando al filo de la navaja y en otras cortando el avance del rival con innumerable cantidad de faltas tácticas.
Pero a partir de combinar e imponer la técnica sobre el musculo dejó a Amaury Escoto ante el marco tapatío franco. Sin embargo, el delantero blanquiazul estrelló su disparo en el transversal para devolverle el alma al cuerpo al Atlas.
La Franja crecía y se le venía encima a La Academia, que debía de multiplicarse para detener el juego entrelíneas de Omar Fernández y la llegada por fuera de los laterales como George Corral, quien tras recibir un pase filtrado dentro del área rival por parte del colombiano disparaba mordido para desperdiciar otra llegada blanquiazul.
Antes también se la había perdido Daniel Aguilar, descargando éste la pierna derecha demasiado cruzado para espantar a Camilo Vargas y a toda la fanaticada rojinegra el sábado en el Cuauhtémoc.
Las roscas prevalecían tras los primeros 45 minutos, Atlas se crecía y estaba más cerca del pase a semis. Pero con todo que ganar el técnico Larcamón quemó las naves enviando a hombres de descaro, pero también frescos como Maxi Araújo y Gustavo Ferrarreis en lugar de Salvador Reyes y el propio Omar Fernández.
Atlas o Diego Cocca respondían con hombres de más vocación defensiva. La Academia prácticamente renunciaba a ir al frente y metía todo el camión atrás con la entrada de Pablo González y Edgar Zaldívar con 30 minutos por delante y la embestida final de La Franja asegurada.
El Puebla mantuvo la calma, sin perder la cabeza continuó a lo suyo y nueve minutos después de los cambios por fin desniveló la balanza cuando Ferrareis profundizó y centró en búsqueda de Ormeño, moviéndose por el manchón penal. El delantero se fue con todo hacia el balón y su custodio Anderson Santamaría se la jugó barriendo, aquello terminaba en penal, desvío providencial o en gol… y sí, Santamaría acabó embocando la pelota en su propio arco, mientras el Cuauhtémoc cantaba el tanto con Ormeño a todo pulmón.
Atlas debía de inventarse algo para mantenerse con vida y a base de ganas alcanzó a llegar. Pero La Franja aguantó estoica, confiada de sí misma, pues a pesar de los seis minutos en el agregado mantuvo la serenidad para volver a las semifinales por primera vez en 12 años