Chiapas es uno de los estados con mayor vegetación de los 32 que conforman la República Mexicana. En este contexto se encuentra la región de Tapachula, un lugar que ha sido escenario de diversos eventos históricos que han marcado su desarrollo y reconocimiento.
La historia de Tapachula se remonta a tiempos prehispánicos, cuando fue fundado como un pueblo tributario de los aztecas en 1486 por el mariscal Tiltototl, enviado a la región por el tlatoani mexica Ahuízotl. En aquella época, Tapachula era un enclave mixeano rodeado de comunidades mayas.
El 23 de mayo de 1794, Tapachula se convirtió en la cabecera del Soconusco, reemplazando a Escuintla. Posteriormente, el 29 de octubre de 1813, las Cortes de Cádiz expidieron un decreto que elevó a Tapachula a la categoría de villa política.
El 23 de octubre de 1821, el alcalde Bartolomé Aparicio proclamó la independencia de la villa de Tapachula, separándola de la corona española y de la Capitanía General de Guatemala, promoviendo así su incorporación al Imperio Mexicano.
Con el tiempo, Tapachula continuó su evolución y el 11 de septiembre de 1842, el general Antonio López de Santa Anna, presidente provisional de la República Mexicana, promulgó el decreto que elevó a Tapachula al rango de ciudad. Más adelante, el 10 de enero de 1924, el general Tiburcio Fernández Ruiz, Gobernador Constitucional del Estado, proclamó el decreto que declaraba a Tapachula como capital provisional de Chiapas. Finalmente, el 12 de septiembre de 1984, se creó el escudo del municipio de Tapachula, un símbolo que representa su rica historia y herencia cultural.
El nombre "Tapachula" proviene del náhuatl "Tapachollan", que significa “Tierra anegadiza” o “lugar inundable”, reflejando así la relación histórica y cultural que esta región ha tenido con su entorno natural. Con su rica historia y legado, Tapachula se erige como un punto clave en la historia de Chiapas y de México, recordándonos la importancia de preservar y celebrar nuestras raíces culturales.