Las hortensias, conocidas por su belleza y versatilidad, son una elección popular para embellecer jardines, balcones y terrazas. Estas plantas no solo aportan un toque de color vibrante a los espacios exteriores, sino que también pueden adaptarse a interiores bien iluminados. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para cultivar y mantener hortensias saludables y florecientes.
Las hortensias prefieren zonas de sombra o semisombra. Aunque necesitan la luz del sol para vivir, son muy sensibles a la exposición directa, que puede quemarlas fácilmente. Por ello, es mejor plantarlas en lugares donde reciban luz indirecta o estén protegidas del sol más intenso del mediodía.
En interiores, colócalas en habitaciones bien iluminadas pero sin luz solar directa. Usualmente, las hortensias se desarrollan mejor en macetas grandes, ya que tienen un sistema de raíces extenso y requieren mucho riego.
Cuidados esenciales para las Hortensias
- Riego: Las hortensias requieren mucha agua, especialmente durante la primavera y el verano. Deben regarse casi a diario para mantener la humedad del sustrato. El mejor momento para hacerlo es a primera hora de la mañana o a última de la tarde para evitar la evaporación rápida del agua por el calor del sol. Se recomienda usar agua de lluvia o destilada, ya que el agua con cal puede dañarlas.
- Sustrato: Estas plantas son acidófilas, es decir, crecen mejor en suelos con un pH ácido. Utiliza un sustrato especial para plantas acidófilas, que puedes encontrar en tiendas de jardinería.
- Poda: Es necesario podar las ramas en mal estado al final del invierno, cortando las viejas y las que florecieron el año anterior con un ángulo de 45 grados. Esto ayuda a que la planta invierta su energía en las zonas sanas y promueve un crecimiento vigoroso. Durante el verano, también conviene retirar las flores marchitas para facilitar nuevas floraciones.
- Protección contra el frío: En invierno, las hortensias que se encuentren en exterior necesitarán cuidados adicionales. Es recomendable nutrirlas con abono orgánico en otoño, proteger sus raíces con un acolchado y reducir gradualmente la pauta de riego.
Las flores de las hortensias son voluminosas y abundantes, con una gran variedad de colores que van del azul al rosa, blanco, lila, violeta, rojo, verde y amarillo, dependiendo de la acidez del suelo. Se agrupan en forma de corimbos, naciendo en distintos puntos pero terminando aproximadamente a la misma altura, lo que les da un aspecto redondeado y exuberante.
Para reproducir hortensias por esqueje, selecciona una rama con tres nudos, retira la flor y reduce el volumen de hojas. Los nudos deben quedar bajo tierra para que broten las raíces. Este método es eficaz para propagar nuevas plantas de hortensia.
El color de las hortensias puede variar según el pH del suelo. Para mantener las flores azules, las hortensias deben plantarse en suelos ácidos con un pH entre 4,5 y 5. Puedes bajar el pH del suelo regándolas con agua que contenga un poco de jugo de limón.
Es importante destacar que las hojas y flores de las hortensias pueden ser tóxicas en caso de ingestión, por lo que se debe tener cuidado especialmente si hay niños o mascotas en casa.
Con estos cuidados, las hortensias pueden convertirse en un punto focal de tu jardín o espacio interior, aportando color y belleza durante gran parte del año.