El Día de Muertos es una celebración ancestral en México, dedicada a honrar a los seres queridos que han partido. Dentro de esta festividad, el cempasúchil se destaca como uno de los símbolos más representativos, marcando el camino entre la vida y la muerte con su vibrante color y aroma. Sin embargo, más allá de su papel decorativo en las ofrendas, esta flor ha cobrado protagonismo como ingrediente clave en esta bebida tradicional.
El pulque de cempasúchil es una variación de la milenaria bebida alcohólica que se obtiene de la fermentación del aguamiel de maguey. Con una rica historia que se remonta a la época prehispánica, el pulque ha sido venerado por las culturas indígenas de México, y el agregado del cempasúchil le otorga un sabor único, impregnado de tradición.
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Ingredientes:
- Aguamiel de maguey
- Pétalos de cempasúchil
- Agua
- Canela en rama
- Azúcar al gusto
Preparación:
1. Infusión de cempasúchil: Hierve agua, añade los pétalos de cempasúchil, y retira del fuego. Deja enfriar y cuela el líquido.
2. Fermentación: Mezcla el aguamiel con agua y caliéntalo a fuego lento. Agrega la infusión de cempasúchil y una rama de canela. Deja reposar en un lugar fresco y oscuro durante varios días hasta que fermente.
3. Endulza al gusto: Añade azúcar según tu preferencia.
Durante la época prehispánica, esta bebida floral era considerada sagrada, destinada exclusivamente a las clases nobles y sacerdotes. Hoy en día, el pulque de cempasúchil sigue siendo un símbolo de tradición, con su sabor agridulce y aroma floral, evocando la esencia del Día de Muertos y el respeto por quienes ya no están.