En la actualidad, la variedad de prendas disponibles en el mercado ofrece opciones diversas para vestir al Niño Jesús en la temporada de "Sentadas de Niño Dios". Sin embargo, es importante mantener la tradición y evitar desvirtuar esta bonita costumbre.
Aquí te presentamos siete consejos sobre cómo vestir al Niño Dios con respeto:
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1. Traje tradicional: La forma correcta de vestir al Niño Jesús es con su traje tradicional. Evita ponerle atuendos diferentes o extravagantes por respeto a su representación sagrada.
2. Imágenes no sienten: Las imágenes de madera o yeso son solo representaciones y no sienten. No es necesario cambiarles de ropa para que "no tengan frío" o por otras razones, como suele mencionarse.
3. Vestimenta duradera: No es obligatorio cambiar la vestimenta del Niño Jesús cada año. En tiempos de crisis, es más recomendable dar mantenimiento, lavar o embellecer el traje existente en lugar de comprar uno nuevo.
4. Evitar vestir de "Santos": No vistamos al Niño Jesús de personajes santos, ya que Cristo es el modelo de vida para los santos. Mantengamos su representación fiel a su identidad sagrada.
5. Advocaciones específicas: Si deseamos vestir al Niño Jesús con el traje de alguna advocación específica, hagámoslo de manera coherente con la vida de Cristo. Por ejemplo, de Niño de las Palomitas, de Nazareno, de Sagrado Corazón, entre otras opciones.
6. Respetar tradiciones populares: Aunque la tradición popular tiene aspectos positivos, no es necesario seguir normas inventadas que no son indispensables. Por ejemplo, ciertas restricciones para sentar al Niño o cambiar padrinos pueden no ser necesarias.
7. Preservar la devoción: Vestir la imagen del Niño Jesús como el "Niño del éxito y la prosperidad," el "Niño de la suerte" con monedas de oro, o el "Ángel de la abundancia," entre otros, puede trivializar su significado y convertirlo en una suerte de amuleto. Este enfoque cae en la superstición, siendo considerado como pecado al intentar manipular la intervención divina.
Estos consejos buscan preservar la belleza y el respeto hacia la representación del Niño Jesús, fomentando una tradición auténtica y significativa en la celebración navideña.
