/ miércoles 4 de septiembre de 2024

Conoce qué es la chaya y cuáles son sus beneficios

Entre los nutrientes que destacan de la chaya están el hierro, la proteína, la fibra, el calcio, el potasio y las vitaminas A y C.

La chaya, originaria de Yucatán, es una de las plantas más importantes en la cocina del sureste de México. Su versatilidad en la gastronomía local ha hecho que sea la base de una gran variedad de platos, consumiéndose cocida, en ensaladas o incluso en agua fresca. Más allá de su sabor, la chaya es apreciada por sus valiosas propiedades nutricionales, las cuales superan a las de otros vegetales como la espinaca, el amaranto o la lechuga.

Entre los nutrientes que destacan de esta planta están el hierro, la proteína, la fibra, el calcio, el potasio y las vitaminas A y C. También contiene antioxidantes como los carotenoides, lo que convierte a la chaya en una aliada poderosa para la salud.

Beneficios para la salud

El alto contenido de hierro en la chaya la convierte en un excelente aliado para combatir y prevenir la anemia. El hierro es esencial para producir hemoglobina, la proteína encargada de transportar el oxígeno a los pulmones y diferentes partes del cuerpo.

Además, la chaya tiene propiedades hipoglucemiantes, por lo que se ha utilizado como auxiliar en el tratamiento de la diabetes tipo 2, ayudando a disminuir los niveles de glucosa en sangre.

El consumo regular de chaya también puede contribuir a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares. Asimismo, sus propiedades antiinflamatorias han sido ampliamente reconocidas, lo que la hace un recurso natural útil para quienes sufren de inflamación crónica.

¿Cómo preparar la chaya?

Para consumirla de manera segura, es importante conocer su correcta preparación, ya que a pesar de sus múltiples beneficios, la chaya contiene una sustancia tóxica similar al cianuro, por lo que debe ser cocida o diluida en agua antes de su consumo.

Para evitar riesgos, se recomienda cocer las hojas de chaya durante 20 minutos, tiempo suficiente para descomponer los elementos tóxicos presentes en sus hojas y tallos. Asimismo, no se debe cocinar ni almacenar en recipientes de aluminio, ya que el contacto con este material puede desencadenar una reacción tóxica. Esta planta contiene precursores de ácido cianhídrico, que se liberan cuando sus tejidos se rompen, es decir, al manipular las hojas.

Los mayas integraban la chaya en diversos platillos, mezclándola con maíz y semillas de calabaza para hacer tamales, además de incluirla en guisos y sopas.

Hoy en día, se siguen preparando recetas como el huevo revuelto con chaya, una opción simple y nutritiva para incluir esta planta en la dieta diaria. Además, la chaya es utilizada para hacer bebidas energizantes que, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), ayudan a recuperar energía de forma rápida y tienen efectos anti-estrés.

Receta de agua de chaya

Una de las formas más populares de consumir esta planta es en agua. La receta tradicional consiste en licuar las hojas de chaya en medio litro de agua con azúcar. A esta mezcla se le añade jugo de limón, un ingrediente que, según diversos estudios, ayuda a disminuir la generación de ácido cianhídrico, haciendo la bebida más segura.

La chaya es una planta versátil y nutritiva, pero su consumo requiere precauciones. Al cocerla adecuadamente o diluirla en agua con jugo de limón, puedes disfrutar de sus beneficios sin preocupaciones. Siguiendo las técnicas tradicionales, es posible incorporar esta planta en una variedad de platillos y bebidas que no solo son deliciosas, sino también saludables.

La chaya, originaria de Yucatán, es una de las plantas más importantes en la cocina del sureste de México. Su versatilidad en la gastronomía local ha hecho que sea la base de una gran variedad de platos, consumiéndose cocida, en ensaladas o incluso en agua fresca. Más allá de su sabor, la chaya es apreciada por sus valiosas propiedades nutricionales, las cuales superan a las de otros vegetales como la espinaca, el amaranto o la lechuga.

Entre los nutrientes que destacan de esta planta están el hierro, la proteína, la fibra, el calcio, el potasio y las vitaminas A y C. También contiene antioxidantes como los carotenoides, lo que convierte a la chaya en una aliada poderosa para la salud.

Beneficios para la salud

El alto contenido de hierro en la chaya la convierte en un excelente aliado para combatir y prevenir la anemia. El hierro es esencial para producir hemoglobina, la proteína encargada de transportar el oxígeno a los pulmones y diferentes partes del cuerpo.

Además, la chaya tiene propiedades hipoglucemiantes, por lo que se ha utilizado como auxiliar en el tratamiento de la diabetes tipo 2, ayudando a disminuir los niveles de glucosa en sangre.

El consumo regular de chaya también puede contribuir a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares. Asimismo, sus propiedades antiinflamatorias han sido ampliamente reconocidas, lo que la hace un recurso natural útil para quienes sufren de inflamación crónica.

¿Cómo preparar la chaya?

Para consumirla de manera segura, es importante conocer su correcta preparación, ya que a pesar de sus múltiples beneficios, la chaya contiene una sustancia tóxica similar al cianuro, por lo que debe ser cocida o diluida en agua antes de su consumo.

Para evitar riesgos, se recomienda cocer las hojas de chaya durante 20 minutos, tiempo suficiente para descomponer los elementos tóxicos presentes en sus hojas y tallos. Asimismo, no se debe cocinar ni almacenar en recipientes de aluminio, ya que el contacto con este material puede desencadenar una reacción tóxica. Esta planta contiene precursores de ácido cianhídrico, que se liberan cuando sus tejidos se rompen, es decir, al manipular las hojas.

Los mayas integraban la chaya en diversos platillos, mezclándola con maíz y semillas de calabaza para hacer tamales, además de incluirla en guisos y sopas.

Hoy en día, se siguen preparando recetas como el huevo revuelto con chaya, una opción simple y nutritiva para incluir esta planta en la dieta diaria. Además, la chaya es utilizada para hacer bebidas energizantes que, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), ayudan a recuperar energía de forma rápida y tienen efectos anti-estrés.

Receta de agua de chaya

Una de las formas más populares de consumir esta planta es en agua. La receta tradicional consiste en licuar las hojas de chaya en medio litro de agua con azúcar. A esta mezcla se le añade jugo de limón, un ingrediente que, según diversos estudios, ayuda a disminuir la generación de ácido cianhídrico, haciendo la bebida más segura.

La chaya es una planta versátil y nutritiva, pero su consumo requiere precauciones. Al cocerla adecuadamente o diluirla en agua con jugo de limón, puedes disfrutar de sus beneficios sin preocupaciones. Siguiendo las técnicas tradicionales, es posible incorporar esta planta en una variedad de platillos y bebidas que no solo son deliciosas, sino también saludables.

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