El tabaquismo, considerado una enfermedad debido a la adicción a la nicotina, se convierte en un riesgo significativo en niños y adolescentes, ya que el cerebro en desarrollo hasta los 21 años es especialmente susceptible a la rápida dependencia nicotínica.
Por lo general, los individuos inician el consumo de cigarros durante la pubertad y adolescencia, etapas cruciales en las que el riesgo de adicción se ve intensificado. La vulnerabilidad de los cerebros jóvenes hace que la dependencia a la nicotina se desarrolle más rápidamente en comparación con adultos.
Según la Secretaría de Gobernación, en México hay 17.3 millones de fumadores, 12.1 millones son hombres y el 5.2 mujeres. Sin embargo, está incrementando el consumo de tabaco en los jóvenes de 12 a 17 años.
Este hábito nocivo puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como aumentar el riesgo de cáncer en la edad adulta, si eres fumador y has decidido dejarlo, aquí tienes algunos consejos para ayudarte a dejar de fumar:
Establece una fecha de inicio: Fija una fecha concreta para dejar de fumar. Esto te dará tiempo para prepararte mental y emocionalmente.
Busca apoyo: Informa a tus amigos, familiares y compañeros de trabajo sobre tu decisión. Contar con el apoyo de otros puede ser fundamental.
Identifica tus desencadenantes: Identifica las situaciones, emociones o actividades que te llevan a fumar. Desarrolla estrategias para afrontar estos desencadenantes sin recurrir al cigarro.
Cambia tus rutinas: Modifica las rutinas diarias que están asociadas con fumar. Por ejemplo, si solías fumar después de comer, busca una nueva actividad para hacer en su lugar.
Utiliza reemplazos de nicotina: Considera el uso de chicles, parches de nicotina u otros productos que te ayuden a controlar los síntomas de abstinencia.
Practica técnicas de relajación:Aprende técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, para controlar el estrés y la ansiedad sin recurrir al tabaco.
Haz ejercicio:El ejercicio regular puede ayudarte a liberar tensiones y a mejorar tu estado de ánimo, lo que puede ser beneficioso durante el proceso de dejar de fumar.
Mantén las manos ocupadas:Mantén las manos ocupadas con actividades como dibujar, tejer o jugar con un objeto antiestrés para evitar la tentación de fumar.
Visualiza los beneficios:Piensa en los beneficios para la salud y el bienestar que obtendrás al dejar de fumar. Visualizar estos beneficios puede motivarte.
Aprende de recaídas, si las hay:Si vuelves a fumar, no te castigues. Analiza lo que provocó la recaída y encuentra estrategias para superar esos desafíos en el futuro.
Recuerda que dejar de fumar es un proceso gradual, y cada persona tiene su propio camino. Si sientes que necesitas más apoyo, considera unirte a grupos de apoyo o buscar la ayuda de profesionales especializados.