El durazno, originario de China, era considerado un símbolo de longevidad. Esta fruta llegó a México con los españoles durante la Conquista y, por tres siglos, fue cultivada exclusivamente en los jardines de la nobleza. Perteneciente a la familia Rosaceae, el durazno está relacionado con la almendra, y sus semillas se utilizan como sustituto del aceite de almendras en cosméticos.
Existen cerca de 300 variedades de durazno, agrupadas en cinco razas con características y épocas de maduración distintas. Los árboles de durazno prosperan en climas templados y son sensibles al frío extremo.
Actualmente, México produce más de 217 mil toneladas de duraznos al año, ubicándose entre los veinte principales productores mundiales. Esta producción se distribuye en 26 estados, siendo Zacatecas el mayor productor. La cosecha es continua, pero el 75% se recolecta entre abril y septiembre.
El durazno ofrece múltiples beneficios para la salud:
1. Salud de la piel: Mantiene las membranas mucosas y la elasticidad de la piel gracias a los ácidos grasos poliinsaturados.
2. Salud intestinal: Combate el estreñimiento y mantiene la salud intestinal.
3. Alternativa dietética: Bajo en azúcar, adecuado para personas a dieta y, con aprobación médica, apto para diabéticos.
4. Vitaminas esenciales: Rico en vitaminas A, B1, B2 y C. La vitamina A mejora la visión y el sistema inmunológico; la B1 y B2 son cruciales para el crecimiento y la producción de energía; la C es un antioxidante que fortalece la piel, los huesos y el tejido conectivo.
5. Reducción del colesterol: Ayuda a disminuir el colesterol malo, previniendo problemas cardiovasculares.
¿Cómo elegir los duraznos?
Al seleccionar duraznos, es preferible elegir aquellos sin magulladuras y que sean suaves al tacto. Los duraznos excesivamente blandos son ideales para hacer mermelada. Dada la delicadeza del fruto, la recolección debe hacerse a mano para evitar daños.
El durazno no solo es una fruta deliciosa con una rica historia en México, sino también un alimento nutritivo con numerosos beneficios para la salud. Su cultivo y cosecha reflejan el potencial del campo mexicano y el arduo trabajo de sus agricultores.