La palabra "solsticio" se deriva de palabras latinas que significan "sol" y "quedarse quieto". Durante el solsticio de invierno, el sol parece detener su movimiento a lo largo del horizonte antes de invertir su dirección.
Con la llegada del solsticio de invierno 2023, México se prepara para recibir la estación más fría del año, marcando el inicio de una temporada donde las noches serán más largas que los días, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) señala que este fenómeno astronómico tendrá lugar el jueves 21 de diciembre a las 21:27 horas, dando inicio al invierno.
El solsticio de invierno, también conocido como solsticio de diciembre, es el momento en el que el Sol alcanza el Trópico de Capricornio, la latitud más austral que alcanza durante el año. Después de este evento, el Sol comienza su trayectoria de retorno hacia el norte, este fenómeno marca el día más corto del año y la noche más larga en el hemisferio norte.
Durante el solsticio, el hemisferio norte está inclinado en dirección opuesta al Sol, recibiendo así menos luz solar a lo largo del día. La inclinación del Polo Norte hacia el Sol es máxima en este momento, lo que resulta en el día más corto del año al norte del ecuador. Desde el solsticio de verano de junio, las horas de luz se han ido acortando gradualmente, culminando en la noche más larga el 21 de diciembre.
En contraste, el solsticio de diciembre marca el día más largo del año en el hemisferio sur, dando inicio al verano en esta región. La duración del día es máxima cuanto más lejos se encuentra un lugar del ecuador, resaltando las variaciones estacionales que experimenta nuestro planeta.
A medida que el solsticio de invierno se acerca, los habitantes de México y de todo el hemisferio norte se preparan para recibir el invierno con sus características noches prolongadas y días más cortos.
Al solsticio de invierno también se le da un significado espiritual, el cual radica en su representación simbólica del renacimiento, la renovación y el triunfo de la luz sobre la oscuridad.
En diversas culturas y tradiciones espirituales, este evento celestial es visto como un momento para la reflexión interior, la transformación personal y la liberación de viejos patrones, se celebra con festivales y rituales que involucran la luz, uso de cuarzos, jengibre, objetos rotos o una simple caminata bajo el sol.