El consumo de alcohol es un desafío apremiante que enfrenta México y el mundo. A pesar de su aceptación en diversas culturas, los datos recientes muestran una creciente relación entre el alcohol y problemas de salud graves, como enfermedades crónicas, cáncer y accidentes fatales. Por esta razón, los gobiernos e instituciones de salud han intensificado sus esfuerzos para reducir el consumo nocivo de alcohol mediante medidas preventivas y educativas.
A nivel mundial, las estadísticas del Organización Mundial de la Salud (OMS) son alarmantes. El consumo nocivo de alcohol provoca alrededor de 3 millones de muertes anuales, lo que representa el 5.3 por ciento de todas las defunciones. Además, el 5.1 por ciento de la carga global de morbilidad se atribuye al alcohol, calculada en términos de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD).
Cáncer y alcohol: una relación peligrosa
El consumo de alcohol está vinculado a más de 200 trastornos físicos y mentales, incluyendo varios tipos de cáncer. En 2020, un estudio en The Lancet Oncology reveló que el alcohol fue responsable de más de 740 mil casos de cáncer en todo el mundo. Los tipos de cáncer más afectados incluyen los de boca, garganta, hígado, colon, y cáncer de mama en mujeres. La metabolización del alcohol en el cuerpo produce una toxina llamada acetaldehído, que puede dañar el ADN y causar mutaciones, clave en el desarrollo del cáncer.
Algunos estudios muestran que beber tres o más bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo de cáncer de estómago y páncreas. El consumo de alcohol también podría aumentar el riesgo de cáncer de próstata. Todas las bebidas alcohólicas —incluidos el vino tinto y blanco, la cerveza y los licores— están vinculadas al cáncer. Beber menos alcohol es mejor para su salud que beber más.
Consumo de alcohol en México
En México, el impacto del consumo de alcohol es devastador. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020, el 40.4 por ciento de los adultos mayores de 19 años reportaron consumo excesivo de alcohol, siendo las tasas más altas en hombres y jóvenes de entre 20 y 29 años. En 2015, el alcohol causó más de 44 mil 700 muertes, representando el 6.5 por ciento de todas las defunciones. Este problema también resultó en la pérdida de 1.5 millones de AVAD, afectando la salud y la productividad económica del país.
Los accidentes de tránsito asociados al consumo de alcohol también son un problema crítico en el país. Según la ENSANUT 2018-19, el 4 por ciento de las lesiones en accidentes de tránsito estaban relacionadas con el consumo excesivo de alcohol, afectando a más de 48 mil personas. Las festividades y fines de semana suelen ver un aumento en el consumo, lo que hace urgente la implementación de medidas efectivas. Campañas como el alcoholímetro han demostrado ser eficaces, pero se requieren esfuerzos adicionales para abordar este problema.
El consumo de alcohol también se asocia con violencia interpersonal y doméstica. Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021, en el 60 por ciento de los casos de violencia familiar, el agresor había consumido alcohol. Las mujeres y niños son las principales víctimas de esta violencia, lo que convierte a la reducción del consumo nocivo de alcohol en un objetivo crucial para mejorar la salud pública y disminuir la violencia en la sociedad.
El consumo de alcohol entre los jóvenes es preocupante. La ENSANUT 2020 reportó que el 23.5 por ciento de los jóvenes de 15 a 19 años consumen alcohol regularmente, con tasas más altas en áreas urbanas. El consumo temprano está relacionado con un mayor riesgo de trastornos por consumo de alcohol en la adultez. La fácil disponibilidad de alcohol y la falta de conciencia sobre sus riesgos son factores contribuyentes, lo que hace necesaria la promoción de estilos de vida saludables.
Chiapas se mantiene por debajo del promedio nacional en consumo de alcohol
La Secretaría de Salud del estado de Chiapas dio a conocer cifras alarmantes sobre el impacto del consumo de alcohol en la población. De acuerdo con el informe más reciente sobre la demanda de tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas en Chiapas (2020), aproximadamente dos mil personas solicitaron atención en las unidades médicas especializadas del estado, siendo el consumo de alcohol la principal causa de demanda de servicios.
Este informe, elaborado en colaboración entre la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC), el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, y la Secretaría de Salud de Chiapas, a través del Consejo Estatal contra las Adicciones, destaca que la mayoría de las personas que solicitaron atención eran hombres con un promedio de 25 años de edad.
A pesar de que el estado de Chiapas se encuentra un 2.4 por ciento por debajo del promedio nacional en cuanto al consumo de alcohol, la dependencia estatal subrayó que el consumo nocivo de bebidas alcohólicas sigue siendo un problema de salud pública debido a los riesgos asociados, como los accidentes de tránsito, violencia y el deterioro de la salud física y mental. Las autoridades sanitarias hacen hincapié en la importancia de abordar el tema de manera integral, considerando que el abuso de alcohol no solo afecta a quienes lo consumen, sino también a su entorno familiar, social y laboral.
Ante esta problemática, la Secretaría de Salud de Chiapas implementó una red de servicios especializada para atender los casos de alcoholismo y otras adicciones. Esta red está conformada por ocho Centros Comunitarios de Salud Mental Integral y Adicciones (Cecosama), los cuales se encuentran distribuidos en los municipios de Comitán, Frontera Comalapa, Palenque, San Cristóbal de Las Casas, Tapachula, Tonalá y Tuxtla Gutiérrez.
