Habitantes de Puerto Arista, en el municipio de Tonalá, Chiapas, acusan a pescadores de Paredón, Playa del Sol, Boca del Cielo e incluso gente de este mismo lugar, de propiciar la muerte de tortugas con sus redes de pesca jaiberas situación que se ha acrecentado en los últimos dos años.
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La situación se da luego que hace unos días se encontró una de estas redes de pesca atorada en el cuerpo de un ejemplar, así como varias tortugas que se presume quedaron atrapadas en la red y fueron destazadas para extraerles los huevos a orilla de la playa.
De acuerdo al testimonios de los colonos, los causantes de esta problemática han provocado la muerte de al menos unas 250 tortugas marinas solamente en lo que va del año 2022.
Cabe destacar, que ayer en un recorrido de Boca del Cielo a la boca barra de Paredón, el grupo de varamientos del Santuario Tortuguero de Boca del Cielo localizó un promedio de 50 ejemplares de tortugas marinas muertas, las cuales fueron enterradas y a las que les habrían sido extraídos los huevos y mutiladas las aletas.
Cabe citar, que de forma clandestina en las playas chiapanecas como Puerto Madero, San Benito, Chocohuital, Playa Linda, Brisas El Hueyate, El Gancho así como en la mayoría de las de la Costa chiapaneca se venden los huevos de tortuga por docena en un precio de 140 a 150 pesos, mismas que gente que llega vendiendo a los restaurantes o palapas ofrecen a los turistas.