La popularidad de los cigarrillos electrónicos, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos, ha generado preocupación en el ámbito de la salud global. La enfermedad EVALI, siglas en inglés de "E-cigarette, or Vaping, product use Associated Lung Injury" (Lesión Pulmonar Asociada al Uso de Cigarrillos Electrónicos o Vapeo), se ha asociado a daños pulmonares graves, e incluso a la muerte, en personas que usan estos dispositivos.
Atraídos por los sabores y la creencia de que estos productos no son dañinos, muchos jóvenes se han convertido en consumidores de vapeadores. Sin embargo, los estudios señalan que estos dispositivos contienen sustancias peligrosas como metales pesados y acetona, los cuales pueden dañar seriamente los pulmones. Además, en el lavado bronquio-alveolar de personas con EVALI se ha encontrado acetato de vitamina E, un químico que puede formar coágulos en los pulmones y obstruir el sistema respiratorio, además de provocar interacción con los tejidos o la sangre.
En Estados Unidos, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) emitió una alerta ante el aumento de casos de EVALI, reportando que más de 800 personas han presentado lesiones pulmonares graves y 12 de ellas han fallecido. En México, la Secretaría de Salud y el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) han advertido a los profesionales de salud sobre la importancia de vigilar síntomas respiratorios asociados al uso de vapeadores.
El brote de EVALI, declarado oficialmente en enero de 2020, dejó a miles de personas hospitalizadas y cobró 57 vidas. Los organismos de salud, incluidas la Organización Mundial de la Salud y otras sociedades científicas, enfatizan la necesidad de un control estricto sobre los cigarrillos electrónicos y recalcan los riesgos de usarlos a largo plazo.