Flor del desierto, la planta que aguanta temperaturas elevadas

Los primeros botánicos occidentales que estudiaron la flor del desierto se maravillaron por su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas

Connie Ramírez / Diario del Sur

  · sábado 29 de junio de 2024

Cuidar de una flor del desierto es sencillo si se comprenden sus necesidades específicas/Foto: thecolvinco.com

La flor del desierto es una planta destacada en el mundo vegetal, reconocida por su capacidad de resistir y prosperar en altas temperaturas y condiciones de sequía. Esta característica la convierte en una excelente opción para la decoración durante la temporada de calor, brindando color y alegría a cualquier espacio.


Características y origen de la flor del desierto

La Adenium Obesum, conocida comúnmente como rosa del desierto o flor del desierto, es originaria de las regiones áridas de África y la península arábiga. Perteneciente a la familia Apocynaceae, esta planta impresiona por su tronco grueso y suculento, así como por sus llamativas flores que varían en color desde el blanco hasta el rojo intenso.

El nombre "Adenium" proviene de "Aden", una antigua región en Yemen, y "Obesum" hace referencia a su tronco robusto. Los primeros botánicos occidentales que la estudiaron se maravillaron de su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas y su llamativa floración.


Significado y Simbolismo



Es símbolo de resiliencia y adaptabilidad, prosperando en ambientes áridos y superando largos períodos de sequía. Espiritualmente, representa la capacidad de superar desafíos y renacer con vigor, simbolizando protección y defensa ante las adversidades. Su capacidad para entrar en latencia y florecer nuevamente es un recordatorio de renovación y crecimiento espiritual.


La Adenium Obesum es conocida comúnmente como rosa del desierto o flor del desierto/Foto: amazon.com


Cuidados de la flor del desierto


Cuidar de una flor del desierto es sencillo si se comprenden sus necesidades específicas:

Luz: Necesita luz solar directa, al menos 6 horas al día. En interiores, debe colocarse cerca de una ventana soleada.

Riego: Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), riega cuando la capa superior del suelo esté seca. En otoño e invierno, reduce el riego significativamente.

Suelo: Utiliza un suelo bien drenado, idealmente una mezcla para cactus y suculentas.

Temperatura: Prefiere temperaturas cálidas y debe mantenerse por encima de los 10 grados centígrados.

Fertilización: Fertiliza cada 4 a 6 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante equilibrado para suculentas.

Poda: Realiza la poda al final del invierno para mantener la forma y promover un crecimiento denso y la floración.

La flor del desierto no solo embellece cualquier espacio con sus vibrantes colores y formas, sino que también simboliza la fuerza y la belleza interna, inspirando una conexión profunda con la naturaleza y la capacidad de crecer incluso en las condiciones más difíciles.