El sol es maravilloso, nos da calor y energía, ilumina nuestro estado de ánimo pero su radiación en exceso también es peligrosa, los dos tipos de radiación ultravioleta UVA y UVB pueden dañar nuestra piel, la radiación UVA penetra en la dermis y por lo tanto, es responsable del envejecimiento de la piel, es por eso que los protectores solares con protección UVA se encuentran entre los mejores productos antienvejecimiento disponibles, la radiación UVB solo alcanza la epidermis, pero puede causar quemaduras solares.
FPS significa factor de protección solar, esto indica la capacidad del producto para protegerte de los rayos UVB, un FPS más alto no significa que el protector solar sea más fuerte o que esté más espeso sobre la piel, sólo significa que protegerá su piel por más tiempo.
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El FPS es una escala numérica que nos indica el número de veces que dicho protector aumenta la capacidad natural de protección de la piel frente al eritema (el enrojecimiento que aparece justo antes de las quemaduras solares), es decir, si tomamos el sol sin aplicar ningún tipo de protector y nos “quemamos” al cabo de un minuto, si aplicáramos un SPF20, nos quemaríamos a los 20 minutos.
Un FPS 15 bloquea aproximadamente el 93 por ciento de todos los rayos UVB, un FPS 30 bloquea el 97 por ciento, y un FPS 50 bloquea el 99 por ciento, pueden parecer diferencias insignificantes, pero si eres sensible a la luz, o tienes antecedentes de cáncer de piel, esos porcentajes extras harán la diferencia.
Utiliza protector solar todos los días en los que salgas, incluso en días nublados, aproximadamente 80 por ciento de los rayos del sol atraviesan las nubes, por lo que puedes quemarte incluso cuando está nublado.
Aplícate el protector solar al menos 20 minutos antes de salir, vuelve a aplicarte el protector solar cada 2 horas, también es importante volver a aplicarte el protector después de nadar, secarte con una toalla o transpirar.
Ningún protector solar puede protegerte completamente del sol, incluso si estás al sol solo por un período breve.