El río Sabinal, ubicado en Chiapas, es un escenario de belleza natural y privacidad que a menudo atrae a jóvenes en busca de aventuras. Sin embargo, este bello lugar también es conocido por una misteriosa leyenda que ha perdurado a lo largo de los años.
La población local advertía a los hombres que evitaran la zona, especialmente cuando caía la oscuridad, pero algunos ignoraban estas recomendaciones, ya que podía ser un atajo conveniente.
Algunos, tentados por la frescura del agua, no podían resistir la idea de bañarse en el río en la oscuridad, un error que podía llevarlos a una experiencia terrorífica. Según las historias, cuando se sumergían en el río Sabinal, empezaban a escuchar una serie de ruidos extraños, como silbidos, que atraían su atención y los hacía sentir que no estaban solos.
Es entonces cuando aparece una figura misteriosa: una mujer de una belleza extraordinaria. La mayoría de los hombres quedan hipnotizados por su encanto. La mujer no se acerca, en cambio, sale del agua y se aleja, movidos por la lujuria, los hombres la siguen, y sus intenciones solo ellos las saben.
La mujer parece querer escapar por las áreas más difíciles del río, a menudo cubiertas de espinas, lo que lleva a que los jóvenes se lastimen en su persecución. Pero su deseo de seguirla es más fuerte que el dolor, ella no parece herirse, finalmente, regresa al agua y parece poner fin a la persecución.
Los encuentros con esta misteriosa figura culminan en besos apasionados que llenan de emoción a los jóvenes, pero luego ella vuelve a huir, ellos, consumidos por el placer, la siguen, incluso si eso significa lastimarse aún más. En un momento, la mujer los cubre con agua y suciedad del río, en ese momento, la figura se burla de ellos de manera macabra, burlona y desaparece.
La leyenda cuenta que aquellos que han tenido estos encuentros con la Tisigua, pierden la razón. No se sabe exactamente qué sucede, pero después de su encuentro con este espectro, nunca vuelven a ser los mismos. Se convierten en personas con la mirada perdida, la boca abierta y caminan sin rumbo fijo.