/ martes 5 de noviembre de 2024

La lucha por una menstruación digna y saludable en México

El 69% por ciento de adolescentes, mujeres y personas menstruantes cuentan con poca o nula información sobre los cambios corporales que ocurren en su primer ciclo menstrual

A pesar de que aproximadamente la mitad de la población mundial son mujeres y personas menstruantes, la menstruación sigue siendo un tema envuelto en mitos, tabúes y una profunda desinformación que afecta tanto el acceso a una gestión menstrual digna como la salud integral de quienes menstrúan.

Este es un problema global, y México no es la excepción. De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México y organizaciones como Menstruación Digna México, persisten prácticas y actitudes que impiden que la menstruación sea vista como un proceso natural y socialmente relevante, en lugar de algo “sucio” o vergonzoso.

La Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual en México destaca alarmantes realidades en torno a la desinformación y la falta de recursos para el adecuado manejo de la menstruación. Uno de los datos más preocupantes revela que un 69% de adolescentes, mujeres y personas menstruantes cuentan con poca o nula información sobre los cambios corporales que ocurren en su primer ciclo menstrual. En este sentido, la falta de educación menstrual perpetúa la ansiedad y los tabúes, generando mitos y confusión entre jóvenes y personas sin acceso a información confiable.

Además, la encuesta muestra que solo el 30 por ciento de las personas menstruantes llevan algún tipo de registro sobre sus ciclos y sus características, lo cual es fundamental para entender el propio cuerpo y detectar cambios que puedan ser indicativos de problemas de salud. En cuanto a las condiciones sanitarias, el panorama es también preocupante. Al menos un 20 por ciento de las niñas, adolescentes y mujeres en México carecen de acceso a condiciones mínimas para gestionar su ciclo de forma digna, como agua potable, jabón, un baño privado y papel sanitario. Esta situación impide a muchas mujeres y personas menstruantes llevar una gestión de su periodo con seguridad y dignidad.

La lucha por una menstruación digna en México

Anahí Rodríguez, portavoz de Menstruación Digna México, destaca que en el país existen 61.8 millones de habitantes que son mujeres o personas menstruantes, sin embargo, a pesar de esta cifra, la menstruación sigue siendo vista con estigmas y falta de visibilidad. “Es un proceso que no es solo biológico, sino social, porque implica el ejercicio de derechos”, recalca. A nivel político, se han dado algunos avances significativos para garantizar el derecho a una gestión menstrual accesible y digna. En 2022, la Cámara de Diputados y el Senado aprobaron la eliminación del IVA en productos de higiene femenina, lo que representa un paso hacia la asequibilidad de productos como toallas sanitarias, tampones y copas menstruales. Este logro fue impulsado precisamente por la colectiva Menstruación Digna, cuyo objetivo es facilitar el acceso a productos necesarios para la salud y la dignidad menstrual.

Otra iniciativa importante es la reforma al artículo 114 de la Ley General de Educación, que busca garantizar la salud y gestión menstrual en los centros educativos públicos. De acuerdo con esta reforma, se establece que las autoridades educativas, en coordinación con las sanitarias, deben asegurar el acceso gratuito a productos menstruales en escuelas públicas. Sin embargo, aunque estos avances legislativos son un paso en la dirección correcta, su implementación aún enfrenta desafíos, ya que depende de la disposición de los estados para aplicar la normativa de manera uniforme en todo el país.

La falta de educación menstrual en niveles de enseñanza básica es un obstáculo persistente. Muchas personas en México experimentan su primera menstruación sin una preparación adecuada, lo que provoca confusión y hasta miedo. Integrar la educación menstrual desde la primaria hasta la preparatoria es esencial para normalizar el tema y reducir la desinformación. La información sobre la menstruación debe ir más allá de los aspectos biológicos; debe incluir nociones de autoconocimiento, salud y dignidad. Esto ayudaría a las futuras generaciones a enfrentarse a su ciclo menstrual sin prejuicios ni inseguridades, sino con las herramientas necesarias para vivir su salud menstrual de forma consciente y empoderada.

Mitos y realidades de la menstruación

A lo largo de la historia, la menstruación ha estado rodeada de mitos y creencias erróneas que contribuyen a su estigmatización. A continuación, se presentan algunos de los mitos más comunes y la realidad detrás de ellos:


Mito 1: La menstruación es sucia

Realidad: La menstruación es un proceso natural y normal. Mantener una buena higiene es importante, pero el periodo en sí no es antihigiénico.

Mito 2: No se puede hacer ejercicio durante la menstruación

Realidad: No existe ninguna razón médica para evitar el ejercicio. De hecho, la actividad física puede aliviar algunos síntomas.

Mito 3: No se puede nadar o bañar

Realidad: Es seguro bañarse y nadar; los productos modernos están diseñados para retener el flujo de manera eficaz.

La falta de educación menstrual en niveles de enseñanza básica es un obstáculo persistente / Foto: Captura de Pantalla / UNICEF.ORG

Mito 4: La menstruación es solo un tema de mujeres

Realidad: Afecta a todas las personas, y es importante hablar del tema para romper tabúes y normalizarlo.

Mito 5: Todas tienen el mismo ciclo

Realidad: Cada persona tiene un ciclo diferente, en duración, síntomas y regularidad.

Mito 6: No es posible quedar embarazada durante la menstruación

Realidad: Aunque es poco probable, no es imposible; por ello, es importante comprender el ciclo y el uso de anticonceptivos.

En el país existen 61.8 millones de habitantes que son mujeres o personas menstruantes / Foto: Captura de Pantalla / UNCEF.ORG

Mito 7: La menopausia implica aumento de peso

Realidad: No es automático, y mantener una buena alimentación y actividad física es fundamental.

Mito 8: Los ciclos se sincronizan entre quienes conviven

Realidad: No hay evidencia científica que respalde esto.

La desmitificación y la educación son clave para un enfoque saludable y empoderador de la menstruación. Entender este proceso natural y hablar abiertamente al respecto puede contribuir enormemente al bienestar general de las personas menstruantes y a la sociedad en su conjunto.

A pesar de que aproximadamente la mitad de la población mundial son mujeres y personas menstruantes, la menstruación sigue siendo un tema envuelto en mitos, tabúes y una profunda desinformación que afecta tanto el acceso a una gestión menstrual digna como la salud integral de quienes menstrúan.

Este es un problema global, y México no es la excepción. De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México y organizaciones como Menstruación Digna México, persisten prácticas y actitudes que impiden que la menstruación sea vista como un proceso natural y socialmente relevante, en lugar de algo “sucio” o vergonzoso.

La Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual en México destaca alarmantes realidades en torno a la desinformación y la falta de recursos para el adecuado manejo de la menstruación. Uno de los datos más preocupantes revela que un 69% de adolescentes, mujeres y personas menstruantes cuentan con poca o nula información sobre los cambios corporales que ocurren en su primer ciclo menstrual. En este sentido, la falta de educación menstrual perpetúa la ansiedad y los tabúes, generando mitos y confusión entre jóvenes y personas sin acceso a información confiable.

Además, la encuesta muestra que solo el 30 por ciento de las personas menstruantes llevan algún tipo de registro sobre sus ciclos y sus características, lo cual es fundamental para entender el propio cuerpo y detectar cambios que puedan ser indicativos de problemas de salud. En cuanto a las condiciones sanitarias, el panorama es también preocupante. Al menos un 20 por ciento de las niñas, adolescentes y mujeres en México carecen de acceso a condiciones mínimas para gestionar su ciclo de forma digna, como agua potable, jabón, un baño privado y papel sanitario. Esta situación impide a muchas mujeres y personas menstruantes llevar una gestión de su periodo con seguridad y dignidad.

La lucha por una menstruación digna en México

Anahí Rodríguez, portavoz de Menstruación Digna México, destaca que en el país existen 61.8 millones de habitantes que son mujeres o personas menstruantes, sin embargo, a pesar de esta cifra, la menstruación sigue siendo vista con estigmas y falta de visibilidad. “Es un proceso que no es solo biológico, sino social, porque implica el ejercicio de derechos”, recalca. A nivel político, se han dado algunos avances significativos para garantizar el derecho a una gestión menstrual accesible y digna. En 2022, la Cámara de Diputados y el Senado aprobaron la eliminación del IVA en productos de higiene femenina, lo que representa un paso hacia la asequibilidad de productos como toallas sanitarias, tampones y copas menstruales. Este logro fue impulsado precisamente por la colectiva Menstruación Digna, cuyo objetivo es facilitar el acceso a productos necesarios para la salud y la dignidad menstrual.

Otra iniciativa importante es la reforma al artículo 114 de la Ley General de Educación, que busca garantizar la salud y gestión menstrual en los centros educativos públicos. De acuerdo con esta reforma, se establece que las autoridades educativas, en coordinación con las sanitarias, deben asegurar el acceso gratuito a productos menstruales en escuelas públicas. Sin embargo, aunque estos avances legislativos son un paso en la dirección correcta, su implementación aún enfrenta desafíos, ya que depende de la disposición de los estados para aplicar la normativa de manera uniforme en todo el país.

La falta de educación menstrual en niveles de enseñanza básica es un obstáculo persistente. Muchas personas en México experimentan su primera menstruación sin una preparación adecuada, lo que provoca confusión y hasta miedo. Integrar la educación menstrual desde la primaria hasta la preparatoria es esencial para normalizar el tema y reducir la desinformación. La información sobre la menstruación debe ir más allá de los aspectos biológicos; debe incluir nociones de autoconocimiento, salud y dignidad. Esto ayudaría a las futuras generaciones a enfrentarse a su ciclo menstrual sin prejuicios ni inseguridades, sino con las herramientas necesarias para vivir su salud menstrual de forma consciente y empoderada.

Mitos y realidades de la menstruación

A lo largo de la historia, la menstruación ha estado rodeada de mitos y creencias erróneas que contribuyen a su estigmatización. A continuación, se presentan algunos de los mitos más comunes y la realidad detrás de ellos:


Mito 1: La menstruación es sucia

Realidad: La menstruación es un proceso natural y normal. Mantener una buena higiene es importante, pero el periodo en sí no es antihigiénico.

Mito 2: No se puede hacer ejercicio durante la menstruación

Realidad: No existe ninguna razón médica para evitar el ejercicio. De hecho, la actividad física puede aliviar algunos síntomas.

Mito 3: No se puede nadar o bañar

Realidad: Es seguro bañarse y nadar; los productos modernos están diseñados para retener el flujo de manera eficaz.

La falta de educación menstrual en niveles de enseñanza básica es un obstáculo persistente / Foto: Captura de Pantalla / UNICEF.ORG

Mito 4: La menstruación es solo un tema de mujeres

Realidad: Afecta a todas las personas, y es importante hablar del tema para romper tabúes y normalizarlo.

Mito 5: Todas tienen el mismo ciclo

Realidad: Cada persona tiene un ciclo diferente, en duración, síntomas y regularidad.

Mito 6: No es posible quedar embarazada durante la menstruación

Realidad: Aunque es poco probable, no es imposible; por ello, es importante comprender el ciclo y el uso de anticonceptivos.

En el país existen 61.8 millones de habitantes que son mujeres o personas menstruantes / Foto: Captura de Pantalla / UNCEF.ORG

Mito 7: La menopausia implica aumento de peso

Realidad: No es automático, y mantener una buena alimentación y actividad física es fundamental.

Mito 8: Los ciclos se sincronizan entre quienes conviven

Realidad: No hay evidencia científica que respalde esto.

La desmitificación y la educación son clave para un enfoque saludable y empoderador de la menstruación. Entender este proceso natural y hablar abiertamente al respecto puede contribuir enormemente al bienestar general de las personas menstruantes y a la sociedad en su conjunto.

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