Mariposa negra, ¿por qué se relaciona con la muerte?

La superstición se ha transmitido de generación en generación, y ha contribuido a que la especie sea perseguida y temida injustamente

  · martes 8 de octubre de 2024

Una de las características más notables de esta especie es la iridiscencia de sus alas / Foto: Valeria Boltneva / Pexels

La Ascalapha odorata, comúnmente conocida como la Mariposa Negra o Mariposa de la Muerte, ha sido injustamente estigmatizada en diversas culturas, especialmente en América Latina, debido a supersticiones que la asocian con la muerte y la mala suerte.

Esta fascinante especie, sin embargo, cumple una función crucial en el ecosistema y posee una belleza singular que pocos se han detenido a admirar.

De acuerdo a la información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Ascalapha odorata es parte de la familia Eribidae, un grupo de polillas que tienen un papel clave en la polinización de plantas y flores durante la noche. A pesar de las creencias populares que rodean a esta especie, la Mariposa Negra no representa ningún peligro. Se alimenta de los jugos de frutas fermentadas, como otras polillas, y busca refugios en lugares sombreados para protegerse de sus depredadores, incluidos los humanos, que muchas veces la perciben como un mal augurio.

Una de las características más notables de esta especie es la iridiscencia de sus alas, que bajo ciertos ángulos de luz revelan tonos púrpura, rosado y verde, una belleza que contrasta con su temida reputación. Sus alas pueden alcanzar una envergadura de hasta 15 centímetros, lo que la convierte en una de las polillas más grandes de su tipo.


Mitos y supersticiones sobre la Mariposa Negra


En México y gran parte de América Latina, la Mariposa Negra ha sido vinculada tradicionalmente con la muerte. Se cree que su aparición en una casa anuncia el fallecimiento de un ser querido o trae mala suerte. Esta superstición se ha transmitido de generación en generación, y ha contribuido a que la especie sea perseguida y temida injustamente. En la cosmovisión mesoamericana, los antiguos pobladores ya asociaban a esta polilla con el inframundo. En náhuatl, se le conocía como mictlanpapalotl (mariposa del país de los muertos), micpapalotl (mariposa de la muerte) o tetzahupapalotl (mariposa del espanto), nombres que refuerzan su vínculo con la muerte y el mal agüero.




Incluso su nombre científico, Ascalapha odorata, tiene un origen mitológico oscuro, proveniente del demonio Ascálafo, el horticultor de Hades en la mitología griega. Esta conexión mitológica ha alimentado aún más las creencias supersticiosas en torno a esta especie.


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A pesar de las creencias negativas en México y otros países de América Latina, en otros lugares del mundo las supersticiones sobre la Mariposa Negra son más benignas. En Hawái, por ejemplo, se cree que esta mariposa representa el espíritu de un ser querido que regresa a despedirse. De manera similar, en Texas, Estados Unidos, la aparición de una Mariposa Negra en la puerta de una casa se interpreta como un presagio de buena suerte, ya que según la tradición, el dueño de la casa pronto ganará la lotería.

Conservación de la Mariposa Negra

El verdadero peligro que enfrenta la Ascalapha odorata no son los malos augurios, sino las creencias erróneas que han llevado a la disminución de su población. A lo largo de los años, miles de estas mariposas han sido matadas debido a la superstición. Sin embargo, lejos de ser una amenaza, la Mariposa Negra es una polilla inocente que contribuye al equilibrio ecológico.

Su presencia en áreas urbanas y rurales debería ser celebrada, no temida. La educación sobre su rol en el ecosistema, así como el aprecio por su singular belleza, son pasos necesarios para desmitificar a esta especie y asegurar su conservación.

La Mariposa Negra, aunque envuelta en mitos y creencias, es un ser fascinante que, lejos de ser un presagio de muerte, cumple una función importante en la naturaleza. Promover su protección y respeto es esencial para preservar la biodiversidad de la que forma parte.