La Constitución de 1824: el nacimiento de la República Mexicana

La Constitución Federal de 1824 organizó el poder legislativo en un Congreso General, dividido en dos cámaras: la de Diputados y la de Senadores

  · jueves 3 de octubre de 2024

Promulgación de la Acta Constitutiva de la Federación Mexicana, el 4 de octubre de 1824 / Foto:

Una vez consumada la Independencia de México, el 28 de septiembre de 1821, se proclamó el Acta de Independencia Mexicana, reafirmando los principios del Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba. Este hito marcó el fin del dominio español, pero también el inicio de una compleja etapa de organización política para la naciente nación.

Uno de los primeros pasos en la consolidación del nuevo Estado fue la convocatoria al Congreso Constituyente, el 10 de noviembre de 1821. Este órgano se reunió por primera vez el 24 de febrero de 1822, con la ambiciosa misión de elaborar una constitución que proporcionara un marco legal para la nueva nación. Sin embargo, los esfuerzos del Congreso se vieron obstaculizados por la breve y controvertida monarquía de Agustín de Iturbide.


Cuando Iturbide asumió el trono como emperador de México, uno de sus primeros actos fue suspender al Congreso Constituyente, una decisión que generó descontento entre varios sectores políticos y militares. Este movimiento antidemocrático impulsó a figuras como el general Antonio López de Santa Anna a levantarse en armas. Santa Anna proclamó el Plan de Casa Mata, un documento en el que exigía la restauración del Congreso y la instauración de un sistema republicano de gobierno. Este levantamiento marcó el fin de la monarquía de Iturbide, quien abdicó el 19 de marzo de 1823.

Tras su renuncia, el Congreso fue restaurado, y el poder ejecutivo pasó a manos de un triunvirato compuesto por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Pedro Celestino Negrete. Este cuerpo colegiado gobernó entre mayo de 1823 y octubre de 1824, un periodo crucial para la consolidación de la república.

La creación de la Constitución Federal de 1824

El nuevo Congreso Constituyente, conformado por 114 diputados, se inspiró en varios documentos y tradiciones políticas, incluyendo la Constitución de Cádiz, el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana de Apatzingán, la Constitución de los Estados Unidos y el **Plan de Iguala**. Estos textos sirvieron de guía para la elaboración de la **Constitución Federal de 1824**.

El 7 de noviembre de 1823, el Congreso se instaló en el antiguo templo de San Pedro y San Pablo, en la Ciudad de México. En ese recinto, los legisladores iniciaron los trabajos que culminaron con la promulgación de la **Acta Constitutiva de la Federación Mexicana**, el 4 de octubre de 1824.

Esta constitución fue un documento histórico, ya que estableció los principios fundamentales del México independiente. Declaró que la nación mexicana sería **"para siempre libre e independiente"** de cualquier potencia extranjera, en particular de España. Además, adoptó un sistema de gobierno **republicano, representativo, popular y federal**, dividiendo el poder entre tres ramas: legislativo, ejecutivo y judicial.

Estructura de gobierno: división de poderes y federalismo

La Constitución Federal de 1824 organizó el poder legislativo en un Congreso General, dividido en dos cámaras: la de Diputados y la de Senadores. El poder ejecutivo fue confiado a un presidente, denominado **Presidente de los Estados Unidos Mexicanos**, mientras que el poder judicial residía en una **Corte Suprema de Justicia**, **Tribunales de Circuito** y **Juzgados de Distrito**.

En cuanto a la estructura de los estados que conformaban la nueva república, se dispuso que cada uno se organizaría bajo el mismo principio de división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Esto aseguraba que ningún poder concentrara la autoridad en una sola persona o institución, promoviendo así el equilibrio político dentro de los estados federales.

### Un Legado de Cambios y Conflictos

La Constitución Federal de 1824 permaneció vigente hasta el 29 de diciembre de 1836, cuando fue reemplazada por una constitución centralista. No obstante, su promulgación marcó un paso fundamental en la historia política de México, estableciendo las bases de una república que, aunque enfrentó múltiples conflictos internos en sus primeros años, sentó las bases para el desarrollo de una nación libre e independiente.

Este documento no sólo fue la primera Carta Magna del México independiente, sino también un reflejo de los ideales republicanos y federales que dieron forma a la nueva identidad política de la nación.