En los últimos años, numerosos anglicismos han encontrado su camino en nuestro lenguaje cotidiano, especialmente entre los jóvenes. Palabras como "gym", "random" y "creepy" se han convertido en parte de nuestro vocabulario habitual. Sin embargo, entre estos términos se ha colado recientemente uno que refleja una problemática social grave: el "bodyshaming". Este término, que se refiere a la burla o crítica de los cuerpos ajenos por no cumplir con los estándares normativos, se ha convertido en una forma de discurso de odio tanto en la vida real como en las redes sociales.

El término "bodyshaming" está compuesto por dos palabras en inglés: "body" (cuerpo) y "shame" (vergüenza). Este anglicismo describe la acción de avergonzar o burlarse de alguien criticando su aspecto físico. Las críticas pueden abarcar cualquier aspecto del cuerpo, desde la talla y el peso hasta el cabello y la estatura, y suelen ser opiniones no solicitadas por la persona que las recibe.

En la era de las redes sociales, el bodyshaming se ha convertido en una práctica común, facilitada por el anonimato que estas plataformas proporcionan. Los perpetradores pueden esconderse tras perfiles anónimos para lanzar comentarios dañinos sobre el aspecto físico de otros, alimentando una cultura que valora cuerpos y rostros 'perfectos' según estándares irreales.

Cómo combatir el Body shaming

A pesar de su prevalencia, hay formas efectivas de combatir el bodyshaming. Una de las herramientas más poderosas es el movimiento "body positive", que promueve la aceptación y normalización de todos los cuerpos, desafiando los estándares normativos e irreales de belleza. La clave está en fortalecer la autoestima y fomentar una visión positiva del propio cuerpo, lo que puede reducir el impacto negativo de las críticas ajenas.

Abraza el Body Positive: Acepta y valora tu cuerpo tal como es. Cada cuerpo es único y perfecto en su diversidad. Promover una visión positiva de uno mismo puede ser un escudo eficaz contra las críticas dañinas.

Reflexiona antes de opinar: Antes de comentar sobre el cuerpo de otra persona, es importante pensar en el impacto que nuestras palabras pueden tener. Las opiniones no solicitadas sobre el aspecto físico de alguien pueden causar daño emocional significativo.

Comunica y educa: Si alguien hace un comentario hiriente sobre tu cuerpo, intenta que comprendan que su opinión no ha sido solicitada y que deberían abstenerse de hacer tales comentarios. La comunicación abierta y la educación pueden ayudar a reducir la incidencia de bodyshaming.

Desmitifica el ‘Cuerpo Perfecto’: Recuerda que la idea de un ‘cuerpo perfecto’ es una construcción irreal y comercial. No persigas estándares de belleza inalcanzables; tu cuerpo es perfecto tal y como es.

El bodyshaming es una práctica dañina que refleja problemas profundos en nuestra sociedad respecto a la aceptación del cuerpo. Al promover el body positive y reflexionar sobre el impacto de nuestras palabras, podemos trabajar juntos para crear un entorno más inclusivo y respetuoso para todos. Reconocer y valorar la diversidad de los cuerpos es el primer paso hacia una sociedad más saludable y justa.