La pedicure es una de esas actividades que muchas personas asocian con un momento de relajación y cuidado personal. Para muchas, es sinónimo de tomarse unas horas para despejar la mente, atender las necesidades de sus pies y disfrutar de un pequeño lujo. Sin embargo, no siempre es posible ir al salón de belleza, ya sea por cuestiones de tiempo o presupuesto. Afortunadamente, hacerse una pedicure en casa es completamente factible y no requiere una gran inversión.
Antes de comenzar, es fundamental destinar un lugar cómodo y tranquilo en tu hogar donde puedas concentrarte en arreglar tus pies. Asegúrate de tener suficiente espacio y de sentirte relajada, ya que esto hará que la experiencia sea mucho más placentera.
Para hacerte una pedicure en casa, necesitarás los siguientes elementos:
- Removedor de esmalte
- Algodón
- Cortaúñas
- Lima de uñas
- Piedra pómez
- Exfoliante
- Loción hidratante
- Jabón de pies o jabón líquido
- Aceite para cutículas
- Toalla
- Palito de naranja
- Esmaltes de colores y transparentes
Cómo hacerte pedicure en casa
- Retira el esmalte viejo: El primer paso es eliminar cualquier resto de esmalte en tus uñas. Utiliza algodón remojado en removedor de esmalte (preferiblemente libre de acetona, parabenos y ftalato) para limpiar cada uña. Si tus uñas presentan manchas, puedes aplicar un poco de jugo de limón para aclararlas.
- Pon tus pies a remojar: Llena una bañera, un bote o una pequeña tina con agua tibia y jabón para pies (o jabón líquido si no tienes uno específico). Sumerge tus pies durante unos 10 minutos para ablandar la piel y relajarte. Luego, sécalos con una toalla limpia.
- Lima tus talones: Aprovecha que la piel de tus pies está húmeda para eliminar las células muertas. Usa una piedra pómez para limar suavemente los talones, los lados de los pies y cualquier callo. Esto dejará tus pies más suaves.
- Cuida tus cutículas: Empuja suavemente las cutículas hacia arriba con un palito de naranja y, si es necesario, corta los excesos con cuidado. No se recomienda eliminar toda la cutícula, ya que protege la uña. Si no te sientes segura, es mejor dejar esta tarea a un profesional.
- Exfolia tus pies y piernas (opcional): Para una experiencia más completa, aplica un exfoliante en tus pies y piernas. Esto ayudará a eliminar la resequedad y dejará tu piel suave y renovada.
- Recorta, lima y pule tus uñas: Usa un cortaúñas especial para los dedos de los pies para un corte más limpio y preciso. Asegúrate de hacer cortes rectos y no recortar demasiado las esquinas para evitar problemas como las uñas encarnadas. Luego, lima las uñas para darles forma y pulir cualquier borde áspero.
- Hidrata tus pies: Antes de aplicar el esmalte, hidrata bien tus pies con una loción, comenzando desde los dedos hasta el tobillo. Esto ayudará a mantener la piel suave y preparada para el siguiente paso.
- Aplica el esmalte: Elige tu color de esmalte preferido y aplica primero una capa de base coat, que protegerá tus uñas y prolongará la duración del color. Luego, aplica el esmalte de color en tres pinceladas: una en el centro y una en cada lado de la uña. Una vez seca esta capa, sella el color con una capa de top coat. Usa un palito de naranja con un poco de algodón y removedor de esmalte para corregir cualquier imperfección.
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Para mantener tus pies en perfecto estado, los expertos recomiendan aplicar aceite para cutículas diariamente y repasar el esmalte transparente cada pocos días para prolongar la apariencia del esmalte.
Con estos sencillos pasos, puedes disfrutar de una pedicure de calidad profesional sin salir de casa. Además de embellecer tus pies, te estarás regalando un momento de cuidado personal y relajación. ¡Anímate a probarlo!