San Mateo, también conocido como Levi, es una de las figuras clave en la historia del cristianismo. Como uno de los doce apóstoles de Jesús y autor del primer evangelio del Nuevo Testamento, San Mateo ha sido venerado durante siglos por los fieles.
Su historia es un testimonio de la transformación y el poder del llamado divino, al pasar de ser un recaudador de impuestos a uno de los evangelistas más influyentes en la propagación de la fe cristiana.
San Mateo era originario de Cafarnaúm, una ciudad importante de Galilea, y antes de seguir a Jesús, trabajaba como recaudador de impuestos (publicano) para el Imperio Romano.
En los tiempos de Mateo, los recaudadores de impuestos eran vistos con desdén y desprecio por sus compatriotas judíos, ya que a menudo eran considerados corruptos y colaboradores con los opresores romanos. A pesar de su reputación como marginado social, Jesús lo vio de manera diferente.
Según el Evangelio, Mateo estaba sentado en su mesa de recaudación cuando Jesús lo llamó con la sencilla pero poderosa frase: “Sígueme” (Mateo 9:9). Sin dudarlo, Mateo se levantó, dejó todo atrás y siguió a Jesús, comenzando una vida completamente nueva como apóstol y discípulo del Señor.
El Evangelio según San Mateo
San Mateo es el autor del evangelio que lleva su nombre, considerado el primero de los cuatro evangelios canónicos. Este texto es fundamental en la tradición cristiana, ya que narra la vida, las enseñanzas, la muerte y la resurrección de Jesucristo, con un enfoque particular en demostrar que Jesús es el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento.
El Evangelio de Mateo tiene un claro enfoque hacia una audiencia judía. Mateo cita frecuentemente las Escrituras hebreas, conectando profecías del Antiguo Testamento con los eventos de la vida de Jesús para mostrar que Él era el cumplimiento de las promesas de Dios. Por ejemplo, Mateo es el único evangelio que narra la visita de los magos del Oriente y describe detalladamente el Sermón de la Montaña, un discurso fundamental donde Jesús expone su visión ética y moral.
El legado de San Mateo en la tradición cristiana
San Mateo no solo es recordado como evangelista, sino también como un ejemplo vivo de conversión y misericordia divina. Su paso de recaudador de impuestos, considerado un pecador, a apóstol de Cristo demuestra que nadie está fuera del alcance de la redención y la gracia de Dios.
Tradicionalmente, se cree que después de la ascensión de Jesús, San Mateo predicó en Judea durante varios años antes de llevar el Evangelio a otras partes del mundo. Algunos relatos sugieren que evangelizó en Etiopía, Persia y Partia, aunque la evidencia histórica es escasa. En cuanto a su muerte, las tradiciones cristianas difieren. Algunas fuentes lo consideran mártir, mientras que otras señalan que murió de causas naturales.
San Mateo en el arte y la cultura
San Mateo es una figura recurrente en el arte cristiano, especialmente durante el Renacimiento. Se le representa a menudo con un ángel que le inspira a escribir su evangelio, como en la famosa obra de Caravaggio, "La Vocación de San Mateo". Este cuadro muestra el momento en que Jesús llama a Mateo, capturando el asombro y la transformación espiritual del apóstol.
Además de su impacto en el arte, el día de San Mateo se celebra el 21 de septiembre en el calendario litúrgico católico. Esta fecha está dedicada a recordar su vida, su obra como evangelista y su legado como testimonio de la fe cristiana.
El mensaje de San Mateo sigue siendo relevante en la actualidad. Su evangelio no solo revela la vida de Jesús, sino que también plantea preguntas sobre el llamado personal y el propósito en la vida de cada creyente. Mateo nos recuerda que la conversión y la transformación son posibles para todos, independientemente del pasado, y que la fe y el seguimiento de Cristo pueden llevar a una vida nueva y más plena.
Además, la invitación de Jesús a Mateo resuena con aquellos que buscan un cambio de vida o un propósito más profundo. Así como Mateo dejó su antigua vida atrás para seguir a Cristo, muchos hoy encuentran en su ejemplo la motivación para seguir sus propias vocaciones espirituales.
San Mateo Apóstol es una figura fundamental en la historia cristiana. Su vida, evangelio y legado no solo enriquecen la fe, sino que también nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia relación con Dios y nuestro llamado personal. A través de su testimonio, San Mateo nos enseña que el amor divino es capaz de transformar incluso los corazones más marginados y que el propósito de nuestras vidas puede encontrarse al responder al llamado del Señor.