El desayuno es una comida llena de posibilidades, aunque a menudo no la aprovechamos lo suficiente. Las prisas y la comodidad nos llevan a recurrir a un tazón de cereales o a una pieza de pan que consumimos de pie mientras sostenemos un café en la mano. Este hábito no solo es un error porque se haya dicho durante mucho tiempo que el desayuno es la comida más importante del día, sino porque realmente ofrece tantas opciones como el almuerzo o la cena.
Hay ciertos alimentos que pueden sabotear tu desayuno y dejarte sintiéndote fatigada incluso antes de que llegue el mediodía, además de causar estragos en tu metabolismo.
Alimentos que deberías evitar en el desayuno
1. Cereales azucarados
Aunque muchos hemos optado por un tazón de nuestro cereal favorito por su rapidez y sabor, la mayoría de los cereales azucarados no ofrecen una saciedad duradera. Estos suelen estar repletos de azúcar y tienen un bajo contenido proteico, lo que provoca un rápido aumento de los niveles de azúcar en la sangre. Esto puede generar irritabilidad y hambre cuando la insulina, la hormona encargada de reducir el azúcar en la sangre, entra en acción. Incluso los cereales sin azúcar o las hojuelas de salvado contienen pocas proteínas, lo que los convierte en una opción poco ideal para empezar el día.
2. Donas y pasteles
Aunque deliciosas, las donas son una bomba de azúcar y calorías. Contienen entre 250 y 550 calorías, y de 15 a 30 gramos de azúcar cada una. Esta alta cantidad endulzante provoca un pico en los niveles de azúcar en la sangre, seguido de una caída pronunciada que te deja con hambre y anhelando más carbohidratos refinados, iniciando un ciclo de alimentación poco saludable.
3. Hot cakes o waffles
A pesar de su atractivo como comida reconfortante, los hot cakes y waffles suelen prepararse con harina blanca refinada y se cubren con mantequilla y jarabe, que es básicamente azúcar pura. Si te es difícil resistir la tentación, opta por versiones hechas con granos enteros u otros ingredientes nutritivos, como harina de almendras o garbanzo, y acompáñalos con fuentes de proteínas y mantequilla de nuez en lugar de jarabe.
4. Crema para café con sabor
Las cremas no lácteas para el café a menudo cambian las grasas saturadas por grasas trans, además de contener azúcar y edulcorantes artificiales. Las grasas trans son peligrosas para la salud cardiovascular, incrementando el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. En su lugar, opta por leche de almendras sin azúcar, leche baja en grasa o extracto de vainilla.
5. Yogur endulzado
Aunque el yogur es una buena fuente de proteínas y probióticos, muchos están cargados de azúcar añadida y tienen poca o ninguna grasa, lo que los hace menos satisfactorios. Para una opción más saludable, elige yogur griego sin azúcar y con toda su grasa, que es más rico en proteínas y puedes endulzarlo al gusto con miel, edulcorantes sin calorías o frutas frescas.
Opciones saludables para el desayuno
Según expertos, las mejores opciones incluyen alimentos ricos en nutrientes, fibra, proteínas de origen vegetal, carbohidratos de digestión lenta y grasas saludables. Cambia los cereales azucarados por avena, elige frutas enteras en lugar de jugos, y busca maneras de incorporar más verduras y proteínas de origen vegetal en tu desayuno, como legumbres, productos de soya o un pequeño puñado de nueces y semillas.