Si estás en tus días o a poco de que llegue tu menstruación, es posible que estés experimentando cólicos menstruales. Esta es una experiencia común para la mayoría de las mujeres en algún momento de sus vidas.
Los cólicos menstruales, conocidos también como calambres menstruales, pueden variar en intensidad. Para algunas mujeres, pueden ser apenas perceptibles, mientras que para otras pueden llegar a ser extremadamente dolorosos, al punto de limitar su movilidad o interferir con sus actividades diarias. Si te encuentras en esta última situación, es importante que lo discutas con tu médico, ya que podría ser un indicio de algunos problemas relacionados con el periodo que requieren atención especializada.
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Recuerda que es fundamental que evalúes la intensidad, duración, el impacto que este dolor tiene en tu vida cotidiana y que compartas tus observaciones con tu profesional de la salud, antes de tomar cualquier medicamento.
Sudar:
Hacer ejercicio durante la menstruación puede parecer desafiante, pero sorprendentemente, puede ayudar a reducir los dolores abdominales causados por el periodo. Incluso una actividad leve, como una caminata rápida, aumentará la circulación sanguínea, liberando endorfinas que calman el dolor. Incorporar ejercicio y estiramientos en tu rutina puede tener un efecto positivo en tu bienestar general, especialmente si tiendes a experimentar períodos dolorosos.
Ajustes en tu dieta:
Realizar cambios en tu dieta puede tener resultados positivos en la intensidad y duración de los cólicos. Algunos especialistas recomiendan incluir suplementos como magnesio, vitamina E, Omega-3, vitamina B-1 y vitamina B-6. Reducir el consumo de sal o alimentos ricos en sodio también puede ayudar a controlar los cólicos, ya que la retención de líquidos puede provocar hinchazón. Además, consumir infusiones de jengibre y manzanilla puede ayudar a combatir los espasmos musculares y disminuir el dolor menstrual.
Hidratación es clave:
Es crucial mantenerse bien hidratada durante el periodo, ya que puedes perder una cantidad significativa de líquidos. Se recomienda beber al menos 8 a 10 vasos de agua al día, dependiendo de tu flujo menstrual. Mantenerte hidratada previene la hinchazón y beber agua tibia o caliente puede aumentar el flujo sanguíneo, ayudando a relajar los músculos contraídos.
Consiéntete:
Realizar masajes circulares en la zona abdominal, caderas y parte baja de la espalda puede aliviar el dolor menstrual. La presión leve ayuda a relajar los músculos. Utilizar aceites esenciales como lavanda, salvia o manzanilla diluidos en un aceite base puede potenciar los efectos relajantes del masaje. También puedes disfrutar de un baño caliente o colocar una compresa caliente para aliviar la molestia de los cólicos menstruales.