Las vacunas, herramientas cruciales para prevenir enfermedades, han sido parte integral de la historia de la medicina desde hace siglos. Sin embargo, en el contexto actual, su acceso y aplicación siguen siendo temas de relevancia que marcan la salud pública de millones de personas en México.
Desde la primera vacuna contra la viruela desarrollada por Edward Jenner en 1796 hasta las innovaciones contemporáneas, las vacunas han sido fundamentales para la erradicación o control de diversas enfermedades. En México, esta historia se remonta a 1804, cuando el Dr. Francisco Balmis introdujo la vacunación antivariolosa.
El marco legal mexicano reconoce el derecho a la protección de la salud en la Constitución Política y la Ley General de Salud, estableciendo la obligatoriedad de ciertas vacunas, como las contra la tosferina, difteria, tétanos, tuberculosis, poliomielitis y sarampión.
Los programas de vacunación en México, que atienden anualmente a más de 25 mil menores, representan un esfuerzo continuo para inocular a la población contra enfermedades como la poliomielitis y el sarampión, salvando así vidas y protegiendo la salud pública.
La calidad y seguridad de las vacunas son aspectos esenciales que se regulan mediante leyes y normativas específicas, como la NOM-036-SSA2-2002, que establece los parámetros de calidad y seguridad para su fabricación y aplicación.
Vacunas que integran el Esquema Nacional de Vacunación
- Vacuna Hepatitis B:
- Vacuna Poliomielitis Sabin
- Vacuna contra Rotavirus
- Vacuna triple viral SRP y SR
- Vacuna BCG
- Vacunas contra neumococo
- Vacunas Pentavalente
- Vacuna DPT
- Vacuna Td
- Vacuna contra influenza
- Vacuna Tdpa
- Vacuna VPH
¿Qué se debe hacer en caso de un retraso de alguna vacuna?
La efectividad del Programa de Vacunación Universal no solo depende de la estructura gubernamental, sino también de la participación activa de la población. En caso de que una persona no haya recibido alguna vacuna en el tiempo establecido, es fundamental acudir de inmediato a la Unidad de Salud más cercana con la Cartilla Nacional de Salud correspondiente. Allí, el personal de salud proporcionará las vacunas necesarias, asegurando la protección y bienestar del individuo.
Es importante destacar que, al acudir a vacunar a los hijos, los padres deben apoyar al personal de salud a mantener la calma, informarse sobre los beneficios y posibles reacciones de las vacunas, y brindar apoyo emocional son acciones clave para garantizar una experiencia positiva y segura para los niños.
Recomendaciones al llevar a vacunar a mi hijo
- Informar al niño sobre lo que sucederá y la importancia de las vacunas.
- Evitar amenazas o hacer sentir al niño como una víctima.
- Acompañar al niño en todo momento y transmitir seguridad.
- Realizar la vacunación en un ambiente tranquilo y confiable.
- Planificar algo agradable para después de la vacunación.
Al seguir estos pasos, se contribuye a fortalecer la confianza en el proceso de vacunación, promoviendo la salud y el bienestar de la población más vulnerable.
En resumen, el PVU no solo representa un compromiso gubernamental con la salud pública, sino también una responsabilidad compartida entre autoridades y ciudadanos. Al trabajar juntos, podemos asegurar que la vacunación siga siendo un pilar fundamental en la protección de la salud de todos