La mutación continua de variantes de la cepa de Covid-19, entre ellas, la Delta que provocó temor por ser más peligrosa y actualmente la variante Ómicron que tiene en alerta al mundo entero debido a su gran capacidad de contagio que, de nuevo, podría colapsar los sistemas de salud, ha traído como consecuencia que los gobiernos opten por aplicar una tercera dosis de la vacuna a la población.
Con este espíritu, en México se ha retomado la aplicación a personas de 60 y más la tercera dosis de vacuna con la finalidad de que se refuerce la protección que ofrecían las vacunas.
Para ello deben tener al menos 6 meses de haberse vacunado con el primer esquema de inoculación anterior, y, en el caso de Chiapas, acudir a los macrocentros que se ubican en los distintos municipios que ya la están aplicando.
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Sin embargo, algunos sectores de la población han manifestado su preocupación debido a que se vacunaron con alguna marca distinta a la que actualmente se aplica de refuerzo, al respecto, René Arredondo, profesor de la División de Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM, indicaba en agosto de este año que no hay, hasta el momento, una investigación concluyente a favor o en contra del tema.
Según el especialista, la tecnología en las vacunas puede variar entre las siguientes tres posibilidades:
RNA: Utiliza el RNA envuelto en liposomas para penetrar en las células musculares, posteriormente, dirige la síntesis de la proteína que “entrena” al sistema inmune para reconocer al patógeno, esta tecnología la aplican Pfizer y Moderna.
Vectores virales: En este caso se emplea un virus inofensivo modificado genéticamente para contener la información de la espícula del Covid-19 , así el sistema inmune lo identifica y protege al orgaismo, tal como las vacunas de Astra Zeneca, Sputnik y Cansino.
Proteínas: Estas vacunas usan las proteínas de la CÁPSIDEN o de la espícula y el virus inactivo, así el sistema inmunitario produce anticuerpos para cuando llegue el patógeno, las vacunas con esta tecnología son Nonavax y Sanofi.
Ahora bien, aunque no hay estudios concluyentes acerca de reacciones adversas ante la convinación, tampoco los hay en contra y hasta el momento no se han reportado daños entre la población que ya ha recibido la tercera dosis como es el caso de diversos países en Europa.
Lo que sí es un hecho, es que se debe procurar mantener las medidas de seguridad como evitar lugares cerrados, evitar acudir a sitios con gran aglomeración de personas, mantener la sana distancia, el uso adecuado de cubrebocas que debe ir de la barbilla a la nariz y el lavado continuo de manos.
Por su parte, la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), llamó a dejar la elección en manos de los pacientes.
Debido a los tiempos de la pandemia, hasta ahora, no se ha podido concluir a favor o en contra de esta tercera dosis, sin embargo, la misma especialista indica que se ha dado seguimiento a quienes han elegido la tercera dosis de vacunación y los investigadores hasta ahora no han detectado ningún efecto nocivo entre personas que han sido vacunadas primero con un antígeno y luego con un refuerzo de otro.