Las plantas medicinales son valiosas aliadas, siempre listas para brindarte su ayuda cuando lo necesites. Además de su valor estético, esconden numerosos secretos y poderes que las hacen esenciales para cualquier jardín.
Aquí te ofrecemos algunos consejos para crear y mantener tu propio jardín medicinal y las plantas que no pueden faltar en él.
Consejos para crear un jardín medicinal
1. Selecciona cuidadosamente el lugar: Elige un sitio que reciba suficiente luz solar y esté protegido de condiciones climáticas adversas.
2. Usa el sustrato adecuado: Emplea un sustrato que posea las propiedades necesarias para el crecimiento saludable de tus plantas.
3. Escoge las plantas adecuadas: Basando tu selección en las condiciones específicas de tu entorno, como el clima y la temperatura.
4. Identifica y combate las plagas: Familiarízate con las posibles plagas que podrían afectar tu jardín y aprende cómo controlarlas.
Plantas esenciales para tu jardín medicinal
Lavanda
Es una de las plantas más versátiles y populares en los jardines medicinales. Sus flores aromáticas no solo embellecen el entorno, sino que también tienen propiedades calmantes. El aceite de lavanda se utiliza comúnmente para aliviar el estrés, mejorar el sueño y aliviar dolores musculares y de cabeza.
Albahaca
Contiene estragol, cineol y eugenol, además de flavonoides y saponósidos. Esta combinación de propiedades la hace ideal para mejorar la digestión, combatir la retención de líquidos y fortalecer el sistema inmunológico. También es excelente para relajar los músculos, tratar el estrés y la ansiedad, y prevenir el colesterol. Además, la albahaca ayuda a prevenir infecciones bucales y protege la piel y el cabello.
Manzanilla
Es una planta con flores pequeñas y delicadas, pero con poderosos beneficios medicinales. Su infusión se usa para aliviar problemas digestivos, calmar los nervios y mejorar el sueño. También es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para aliviar el malestar estomacal.
Menta
Es una planta vigorosa que se propaga fácilmente en el jardín medicinal. Sus hojas frescas tienen un aroma refrescante y un sabor distintivo. La menta es útil para aliviar la indigestión, mejorar la respiración y aliviar dolores de cabeza tensionales. También se puede usar en ungüentos para aliviar dolores musculares y picaduras de insectos.
Equinácea
Es una planta robusta que fortalece el sistema inmunológico y ayuda a combatir infecciones. Sus raíces, hojas y flores se utilizan para hacer tés, tinturas y extractos eficaces para prevenir y tratar resfriados y gripes.
Salvia
Es una hierba aromática conocida por sus propiedades medicinales y culinarias. Sus hojas se utilizan para hacer infusiones que pueden aliviar el dolor de garganta, reducir la inflamación bucal y mejorar la digestión. También se ha demostrado que la salvia mejora la memoria y la concentración.
Aloe Vera
Es una planta suculenta fácil de cultivar y extremadamente útil en el tratamiento de quemaduras, cortes y picaduras de insectos. El gel transparente que se encuentra en sus hojas tiene propiedades calmantes y cicatrizantes, lo que lo convierte en un elemento indispensable en cualquier jardín medicinal.
Jengibre
Desde tiempos ancestrales, el jengibre ha sido una de las plantas medicinales más utilizadas debido a sus múltiples beneficios: activa los jugos digestivos, reduce las náuseas, evita los calambres, mejora el flujo sanguíneo, disminuye las migrañas, combate el envejecimiento prematuro y reduce los niveles de estrés. Puedes cultivar tu propio jengibre en casa y tenerlo cerca siempre que lo necesites.