Es común que las personas recurran a los cotonotes para limpiar sus oídos, pero expertos advierten sobre los riesgos asociados con esta práctica. Contrariamente a la creencia popular de que la cera es indicativa de falta de higiene, se ha comprobado que la cera tiene propiedades antimicrobianas que protegen al oído de infecciones.
Uno de los principales peligros asociados con el uso de hisopos es el riesgo de ruptura de la membrana del tímpano si se realiza de manera incorrecta. Además, al intentar limpiar el canal auditivo con hisopos, se puede contribuir a la formación de tapones en el oído, lo que podría resultar en microtraumatismos, perforaciones del tímpano y afectar la audición.
Tanto para adultos como para niños, los cotonetes no son recomendables. En lugar de ello, se sugiere utilizar el dedo meñique enfundado en una toalla para retirar solo el exceso de cera visible en la parte externa del oído. En caso de acumulación excesiva de cera que afecte la audición, se aconseja consultar a un otorrinolaringólogo para una limpieza segura.
Los médicos resaltan que la limpieza excesiva puede llevar a una mayor producción de cerumen y recomiendan no limpiar en absoluto el canal auditivo, centrándose solo en la parte externa de la oreja. Para mantener una higiene adecuada, existen alternativas seguras y saludables:
Espráis auditivos: Disponibles en farmacias, estos productos son efectivos para eliminar el exceso de cera, pero deben usarse con precaución debido a que aumentan la humedad del canal auditivo, aumentando el riesgo de infección.
Aceite: El uso de aceite de oliva o aceite de bebé antes de dormir es recomendado por muchos expertos. Se depositan unas gotas en el interior de las vías auditivas, se tapa el oído con una bolita de algodón y se deja actuar durante la noche.
Solución salina: Mezclar agua con sal fina y aplicar la solución salina en el oído, manteniendo la cabeza inclinada hacia el lado opuesto al oído limpiado, es otra opción efectiva.
Agua oxigenada: Similar al método anterior, utilizando agua oxigenada tibia en lugar de agua.
Agua tibia: Según profesionales de la salud, utilizar agua tibia durante la ducha, sin necesidad de jabones, es el método más seguro y efectivo para limpiar los oídos, recomendándose realizarlo solo una vez a la semana.
Mantener la salud auditiva es fundamental, y el cuidado adecuado puede prevenir riesgos asociados con prácticas inseguras de limpieza.