Los lunares, científicamente conocidos como Nevus Melanocíticos, también conocidos como nevos , son crecimientos pigmentados en la piel que se desarrollan cuando las células llamadas melanocitos, responsables de producir el pigmento melanina, crecen en grupos o racimos. La melanina es el pigmento que le da color a la piel, el cabello y los ojos.
Estos racimos de melanocitos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y variar en tamaño, forma y color. Por lo general, son marrones o negros, pero también pueden ser rosados, rojos o de color carne. Los lunares pueden estar presentes desde el nacimiento o desarrollarse a lo largo de la vida, siendo más comunes durante la infancia y la adolescencia.
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¿Por qué salen lunares nuevos?
Genética: La predisposición genética puede influir en la cantidad y la aparición de lunares. Si tus padres o familiares tienen muchos lunares, es posible que tú también los desarrolles.
Exposición al Sol: La exposición al sol puede desencadenar el desarrollo de lunares, especialmente en áreas de la piel expuestas al sol con frecuencia. La radiación ultravioleta puede afectar la actividad de los melanocitos.
Cambios mormonales: Los cambios hormonales, como los que ocurren durante la adolescencia, el embarazo o el uso de anticonceptivos, pueden influir en la aparición de lunares.
Edad: La edad también puede ser un factor. La mayoría de los lunares se desarrollan en la infancia y la adolescencia, y tienden a disminuir con el tiempo.
Embarazo: Algunas mujeres pueden experimentar un aumento en la cantidad y la pigmentación de los lunares durante el embarazo debido a cambios hormonales.
¿Cuándo hay que preocuparse de los lunares?
Aunque la mayoría de los lunares son benignos, es fundamental prestar atención a cualquier cambio en su apariencia. La aparición de nuevos lunares o cambios en los existentes, como el cambio de forma, tamaño o color, puede indicar un riesgo potencial.
Las características son:
- Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no corresponde a la otra mitad.
- Borde: los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos.
En estos casos, se recomienda consultar a un dermatólogo para una evaluación más detallada y descartar posibles problemas de salud.