En los meses de verano, la seguridad en el agua se convierte en una prioridad para los padres, especialmente durante las visitas a la piscina y la playa. Un aspecto fundamental pero a menudo subestimado es la elección del color del traje de baño de los niños. Expertos en seguridad acuática destacan que este factor puede tener un impacto significativo en la visibilidad del niño bajo el agua, esencial para evitar accidentes fatales como los ahogamientos.
Los colores brillantes y contrastantes como el amarillo neón, el naranja, el rosa y el rojo brillante son los más visibles en el agua. Estos tonos facilitan que socorristas y padres puedan detectar rápidamente a un niño en peligro. Por el contrario, colores como el azul claro, el gris o el verde pueden fundirse con el entorno acuático, dificultando su detección y aumentando el riesgo de accidentes.
En piscinas con fondos claros, los trajes de baño en colores neon, como el rosa y el naranja, son los más visibles, mientras que tonos más oscuros como el azul claro se camuflan con el entorno. En aguas abiertas como lagos, los colores brillantes como el naranja y el amarillo son efectivos, destacando contra el agua. Sin embargo, el rosa neon no muestra la misma eficacia en este contexto.
La elección del traje de baño es solo una medida de seguridad entre varias recomendaciones clave para proteger a los niños en el agua. Además del color del traje de baño, es importante que los menores de edad tomen clases de natación regulares, supervisión constante por parte de adultos, el uso de cercas de seguridad alrededor de piscinas y el conocimiento de RCP (reanimación cardiopulmonar).
Elegir un traje de baño en colores brillantes puede marcar la diferencia entre una rápida respuesta en una emergencia acuática y un accidente lamentable. Es fundamental que los padres y cuidadores consideren esta recomendación al planificar actividades acuáticas durante el verano, contribuyendo así a la seguridad y bienestar de los niños.
