En el marco de la Cuaresma, los fieles católicos de todo el mundo participan en el Viacrucis, una devoción profundamente arraigada que conmemora el camino de Jesucristo hacia la crucifixión. Más allá de ser una tradición religiosa, el Viacrucis se convierte en un recorrido espiritual que deja huellas emocionales y fortalece la fe de quienes participan en él.
El Viacrucis no es solo un acto de devoción en el interior de un templo; muchos fieles optan por realizar la Vía Dolorosa al aire libre, recreando simbólicamente el camino de Cristo hacia el Calvario. Este acto físico agrega una dimensión más visceral al recorrido, permitiendo a los participantes experimentar el peso simbólico del sacrificio.
Durante las 14 estaciones que conforman el Viacrucis, los fieles reflexionan sobre los momentos cruciales del sufrimiento de Jesús. El peso emocional de estas estaciones, desde la condena hasta la crucifixión, lleva a los participantes a conectarse emocionalmente con la pasión y sacrificio de Cristo. La contemplación de su dolor invita a una introspección profunda, generando empatía y comprensión del sufrimiento humano.
Para el señor Victor Guzmán, originario de Tapachula y creyente católico, el tiempo de Cuaresma lo ve propicio para rezar y prepararse para celebrar los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección, considera que el día por excelencia para rezarlo, es el Viernes Santo, ya que en este día toda la liturgia invita precisamente a centrar la atención en esos misterios, indica que en la mayoría de las iglesias se medita por la mañana el Viacrucis, mientras que por la tarde se celebran los Oficios de la Pasión del Señor.
Don Victor, nos menciona que el Viacrucis puede rezarse tanto de manera personal como comunitaria y prácticamente en cualquier lugar, ya que lo importante es demostrarle a Dios que se tiene presente esta fecha no solo de manera física, sino también espiritual, "el Viacrucis nos adentra en el misterio de Dios que, al compartir nuestra carne, compartió también el sufrimiento humano en su propia pasión y muerte; dando así sentido al dolor, físico y espiritual, que unido a Él es el medio para alcanzar la gloria"
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El Viacrucis no solo es un recordatorio del sufrimiento, sino también una preparación espiritual para la celebración de la Resurrección en la Pascua. Al enfrentar el sufrimiento y la muerte de Cristo, los fieles encuentran una esperanza renovada en la promesa de vida eterna, consolidando así la esencia misma de la fe cristiana.