Es casi una tradición en México, que las escuelas tengan una leyenda sobre hechos fuera de lo normal que se suscitan en sus instalaciones, relatos que dicen haber visto sombras, fantasmas, ruidos extraños, objetos que se mueven, son parte del folklor estudiantil.
Pocas son las escuelas que se salvan, de casi todas se dice que están construidas sobre un panteón clandestino, hay una persona enterrada, alguien murió, o se hizo algún trabajo de brujería que maldijo el lugar y por ello ocurren actividades paranormales.
Tal es el caso de la facultad de filosofía de la Universidad Autónoma de México (UNAM), en una página no oficial de Facebook de la facultad en la que interactúan los alumnos, uno de ellos de nuevo ingreso, preguntó acerca de la presunta existencia de un vampiro en el lugar y esto dio pie a que se vertieran comentarios, entre los que se burlaban del asunto, los que expresaban tener miedo y quienes aportaban sus experiencias, las cuales rescatamos para esta nota.
Una de las aportaciones decía “Cuenta la leyenda que en los baños de mujeres en el tercer piso de la facultad, cuando ya es más tarde y empieza a oscurecer, se aparece un vampiro en los baños.” El mismo comentario explica que, al parecer, había una persona que acosaba a las jóvenes y quizá ahí se habría originado el rumor.”
Otro usuario comentó “Es uno que aparece en las noches en el tercer piso. Si estás tomando clases en el segundo y se te hace de noche, escuchar cómo mueven cosas a pesar de que todavía no estén limpiando”
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Esta anécdota fue reforzada más adelante cuando alguien comenta: “ Dicen que está en el tercer piso, cuando es de noche. La neta nunca tuve el placer de saludarlo, pero lo que sí pasa es que se mueven cosas en la noche” agrega que el hecho fue comprobado por todo su grupo de redacción de primer semestre.
Por supuesto, hubo quiénes recomendaron llevar sal y agua bendita, también una estaca, como medida de precaución.
De nuevo hubo comentarios sobre el tercer piso “en el último salón de 8 a 9, alguien dijo “siempre me dio miedo pasar a los baños”, sobre el mismo tercer piso alguien más recomienda ir acompada al baño si es de noche.
Pero el testimonio más completo y descriptivo hablaba sobre cómo en el primer semestre de la facultad, en el turno vespertino, quien narra se quedó unos minutos después de su última clase, en la cual no había podido ir al baño por lo que cuando acabó decidió ir rápidamente para no perder tiempo pues, según indica, vive a tres horas de Ciudad Universitaria.
Para su mala suerte, fue una de esas ocasiones en que la facultad se vaciaba rápidamente de alumnos, explica que se despidió de su amigo y luego fue “al baño de las escaleras que salen a derecho en el tercer piso hacia el aeropuerto, ya no había nadie, repite”.
Lo espeluznante llega cuando indica “ya no había nadie, y justo antes de llegar, hablo de unos escasos 7-8 metros, sentí una vibra muy pesada, empezó a oler horrible, no sé porqué, pero volteé al baño y vi cómo iba saliendo un ente enorme, se agachó para salir del baño, era un humanoide con ropajes muy, muy, muy viejos y sucios, no era como la ropa contemporánea, parecía ropa de 1800; el saco se veía café de lo viejo, el compa caminó hacia el aeropuerto y sinceramente, yo corrí y no volteé.
Agregó la verdad sentí horrible porque no sólo fue un miedo a lo paranormal, sino un miedo de esos que de verdad temes por tu vida, agrega.
Salí y me fui bien asustado todo el camino, no dormí por unos días y dejé de ir a ese baño por meses”
De nuevo, hay otro relato que parece reforzar lo dicho por el primero: “Yo no observé a una figura como tal, pero en primer semestre, tenía un horario horrible en el que salía a las 8 de la noche, y en una ocasión me dieron ganas de ir al baño.
Subí al tercer piso, al baño que está cerca de las escaleras que bajan a la entrada pequeña junto a derecho.
Cuando me estaba lavando las manos, me llegó de repente un olor asqueroso, luego se fue la luz. Me salí rápido del baño y la puerta se cerró de golpe detrás de mi.
Agrega: siempre quise pensar que fue el aire o algo porque estaba lloviendo bien denso en esa ocasión y no sabía lo del vampiro, concluye indicando que lo ocurrido había sido hacía ya 7 años.
Al parecer, el fenómeno gusta del tercer piso de la facultad, en los baños cerca de derecho, sin embargo, como suele ocurrir en estos casos, no hay forma de comprobar lo ocurrido y todo queda en la interpretación de quien lo narra.
