El estrés financiero es un problema creciente que afecta a muchas personas en situaciones de incertidumbre económica o dificultades financieras.
Este tipo de estrés no solo tiene un impacto directo en la salud física, provocando insomnio, depresión, problemas del sistema inmune y afecciones cardiovasculares, sino que también puede afectar el bienestar emocional, afectando a la familia, el entorno social y el contexto laboral.
Un estudio de Cigna Salud en España señala que el estrés financiero también puede causar falta de concentración, sensación de cansancio constante y cambios de comportamiento, como irritabilidad, apatía y tristeza.
Estrategias para gestionar el estrés financiero
En este contexto, cuidar la salud y el bienestar de las personas y familias se vuelve crucial. A continuación, se presentan algunos consejos prácticos para manejar el estrés financiero:
1. Identificar el origen del estrés financiero
Es fundamental identificar qué gasto o movimiento financiero provoca el estrés. Aunque algunos gastos, como la cuota del colegio o el pago de servicios que aumentan cada mes, no se pueden evitar, reconocerlos permite planificar cómo afrontarlos y reducir la ansiedad que generan.
2. Hacer un presupuesto mensual
Estar un paso adelante del problema es clave. Realizar un presupuesto mensual implica anticipar cuáles serán los ingresos y los gastos regulares, así como identificar aquellos gastos que se realizan por costumbre pero no son necesarios en tiempos de incertidumbre financiera. Reducir o eliminar estos gastos puede ser una medida temporal efectiva.
3. Llevar un registro diario de ingresos y pagos
Registrar diariamente los ingresos y pagos a lo largo del mes ayuda a ahorrar en gastos innecesarios y evita olvidar pagos que podrían generar intereses por mora. Este registro también proporciona información valiosa para ajustar el presupuesto mensual de manera más precisa.
4. Considerar la inversión como una opción
Más allá de la prevención, es importante pensar en la inversión como una manera de aumentar la posibilidad de alcanzar objetivos financieros a largo plazo.
5. Cuidar la salud financiera en familia
Finalmente, cuidar la salud financiera en familia es esencial. Esto implica hablar abiertamente sobre las finanzas, compartir conocimientos y acompañar a los miembros de la familia en la educación financiera. Desarrollar estas habilidades permite a las familias planificar y concretar objetivos, como salir de vacaciones, comprar bienes o realizar otros planes a futuro.