La solicitud de un panel de solución sobre las restricciones de las importaciones de maíz transgénico de Estados Unidos debería ser un debate “técnico y científico, y no de política comercial”, consideró el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Los productores agropecuarios sostienen que el decreto de 2022 sobre maíz transgénico del Gobierno de México ya abordaba la mayoría de los posibles problemas en el comercio de estos granos, y tanto la industria pecuaria como la agroindustrial han seguido importando maíz sin interrupciones ni afectaciones.
En diciembre de 2020 el Gobierno de México publicó un decreto que establece el 31 de enero de 2024 como la fecha límite para el uso del glifosato y prohibía la importación de granos transgénicos. Esto, a pesar de que Estados Unidos es el principal proveedor de este tipo de granos de México.
El jueves, el gobierno de Estados Unidos anunció la creación de un panel de resolución de controversias en el marco del T-MEC por la prohibición de nuestro país para importar maíz transgénico.
Sobre esto, el CNA solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conacyt) y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que demuestren científicamente los supuestos daños de los transgénicos a la salud.
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“El uso de nuevas tecnologías y la ciencia son fundamentales para enfrentar los desafíos de producción a gran escala y satisfacer la demanda de alimentos en México y en el mundo”, dice el pronunciamiento del CNA.
Según un reporte del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), las importaciones de maíz blanco de EU a México disminuyeron tras el decreto.