El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha lanzado una nueva advertencia a los contribuyentes, tanto personas físicas como empresas, sobre los posibles problemas fiscales que pueden surgir al mover dinero entre sus propias cuentas bancarias.
Según lo dispuesto en el artículo 59, fracción III del Código Fiscal de la Federación, este tipo de transacciones podría interpretarse como un aumento injustificado de ingresos, lo que obligaría a los contribuyentes a reportarlos ante la Secretaría de Hacienda.
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Desde el 23 de abril de 2021, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa ha respaldado esta interpretación mediante un "criterio de tesis jurisprudencial". Por esta razón, el SAT recomienda llevar un registro exhaustivo y adecuado de todas las transferencias entre cuentas propias para evitar problemas con las autoridades fiscales.
Es crucial contar con documentación que respalde estas operaciones, como estados de cuenta bancarios, comprobantes de pago, recibos que evidencien las cantidades transferidas, números de cheque, reportes de las transferencias, y detalles sobre el origen de los fondos y la cuenta de origen. En algunos casos, puede ser necesaria una auditoría contable para demostrar la legitimidad de las transacciones y asegurar que no constituyan un aumento de patrimonio no declarado.
Además, el SAT destaca la importancia de especificar claramente el "concepto de pago" al realizar estas transferencias, y recomienda evitar términos que puedan sugerir actividades ilícitas o sospechosas, ya que un error en este aspecto podría atraer la atención de las autoridades.
Aunque los bancos pueden establecer distintos límites para las transferencias entre cuentas propias, cualquier operación que supere los 15 mil pesos podría ser reportada a las autoridades fiscales si se sospecha de irregularidades en los ingresos.