El Servicio de Administración Tributaria (SAT) realiza una vigilancia continua sobre las transacciones financieras, incluidas las transferencias bancarias, para identificar y prevenir actividades ilícitas. En este marco, es crucial que los usuarios elijan cuidadosamente el lenguaje al describir el propósito de sus transferencias para evitar complicaciones con esta entidad.
Los expertos advierten que ciertos términos pueden llamar la atención del SAT si se utilizan de manera inapropiada. Frases que sugieren bromas o actividades sospechosas pueden desencadenar investigaciones por parte de la autoridad fiscal.
¿Qué poner en conceptos de transferencia?
Para evitar problemas, es recomendable emplear descripciones claras y precisas en tus transferencias. Opta por frases como “pago de...”, “depósito de...” o “abono a...”, seguido de una breve explicación sobre la transacción, como “pago de medicamentos”, “depósito por tratamiento” o “abono de renta de marzo”. Esto no solo facilita la comprensión de la operación para el SAT y las entidades bancarias, sino que también demuestra un manejo responsable de tus finanzas.
Recuerda que, aunque utilices términos apropiados, el SAT tiene la capacidad de revisar transacciones de hasta cinco años atrás si considera necesario.