El sorgo blanco es una alternativa viable de alimento nutricional, con mayor rentabilidad, mejor adaptación a climas y suelos áridos, afirmó Rafael Ambriz Cervantes, encargado del despacho del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
Dijo que este grano es una buena fuente de vitaminas del complejo “B” como la tiamina, la riboflavina y niacina, así como potasio, fósforo, hierro y, en menor proporción, el calcio.
Además, abundó, la técnica de elaboración de tortillas a base de sorgo blanco se realiza con los mismos procedimientos para elaborar tortillas de maíz.
En México la presencia de sequía, altas temperaturas y altos costos de producción en los cultivos de maíz y trigo, han propiciado que el INIFAP transfiera a productores tecnología referente al sorgo blanco.
El sorgo es comúnmente recomendado como un alimento para pacientes con la enfermedad celiaca ya que no contiene gluten, de tal forma que se pueden elaborar panes libres de gluten y otros productos como galletas, pasteles, snacks, pastas y sobre todo como principal elemento en la producción de tortillas, totopos, tamales y frituras, comentó.
De acuerdo con especialistas del INIFAP, órgano descentralizado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la producción de alimentos con sorgo blanco se apoya la alimentación en el país y es una alternativa nutricional en zonas rurales vulnerables y bajo condiciones poco favorables para el cultivo de granos.
Derivado de una investigación realizada por Noé Montes García, investigador del Campo Experimental del INIFAP en Río Bravo, Tamaulipas, se determinó que el sorgo es un cereal más rentable y con capacidad para adaptarse a las áreas que presentan condiciones climáticas hostiles.