MORELIA, Mich. El director mexicano Guillermo del Toro tuvo un encuentro con estudiantes y amantes del cine en el Teatro Melchor Ocampo como parte de su visita al Festival Internacional de Cine de Morelia, donde platicó sobre su pasión por el cine y sus consideraciones técnicas a la hora de crear una historia.
A pesar de que se tenía planeada solo una clase, finalmente el tiempo tuvo que ampliarse para dar espacio a otra sesión más debido a la demanda de los seguidores que sumaban 750 personas (según datos del FICM) y que estuvieron haciendo fila desde las 5:30 de la mañana.
Minutos antes de las 12 horas, el director de El laberinto del fauno entró al escenario y fue recibido con una ola de gritos y aplausos como una estrella de rock. Comenzó por hablar sobre su trabajo en La forma del agua, cinta ganadora del León de Oro en Venecia, e hizo un breve repaso por su carrera filmografía.
“Está película es una reformulación a mis 53. Hace cinco o seis años no hubiera podido hacer esta película. Mis películas son una biografía”, comentó ps.sel cineasta, quien destacó que ser un director de cine ofrece muchas oportunidades pero también puede alejarte de eventos importantes. “La voracidad del cine es tan grande a nivel íntimo que te roba la vida”, dijo.
Guillermo del Toro destacó que para todo cineasta Debe ser “primordial saber la historia y el idioma del cine. Si solo se interesan por los primeros veinte años hay un vacío enorme El cine y el amor tienen en común una cosa: la mir”. Y habló sobre su prematuro interés por el cine, donde
“La primera película que vi fue Las cumbres borrascosas de William Wylder con mi mama. Wyler es un cineasta muy interesante porque su técnica es invisible. Tiene un sentido de composición invisible pero nunca accidentado. Su trabajo me parece minucioso, es un hombre muy coherente y potente”, agregó Del Toro, quien a señaló que a pesar de ser fan de este director no se centró en copias su estilo “El cine como la comida debe tener de todo: un día comes caviar y al otro una concha con leche, bromeó.
Siempre sonriente y bromista, Guillermo del Toro respondió algunas preguntas de sus seguidores, una de ellas donde explicó que el éxito y la proyección que tiene ha sido en parte por muchos accidentes fortuitos. Sin embargo agregó que muchas veces ha tenido que enfrentarse al rechazo. “El estado natural de una película es que no suceda”, dijo.
Pero invitó a los asistentes a que no se rindieran y desarrollarán sus proyectos con las herramientas que tuvieran a su alcance. “Muchas veces la esencia del mexicano es que estamos esperando a alguien que nos rescate. Pero si tienes una cámara en tu iPhone tienes más de lo que tiene alguien de 1940 para contar una historia. Lo que más me vale es tener historias que contar en la cabeza”, dijo.