Hace 35 años salió a la venta uno de los discos que es considerado como base en la historia de la música pop: Madonna, álbum homónimo con el que la cantante de entonces 24 años debutaba en la escena musical.
Siete lustros después, este material sigue teniendo una vigencia importante no sólo para los fans de la llamada Reina del pop, sino para todos aquellos que busquen entender cómo un disco encabezado por una voz femenina vino a revolucionar la industria de la música pop y a marcar tendencia en, por lo menos, las próximas dos décadas.
Conocido como The first album (El primer disco), fue producido en su mayoría por el entonces también debutante Reggie Lucas, quien por problemas creativos con la cantante fue desplazado para incluir a Mark Kamins y John Benítez, quienes terminaron la producción.
El disco incluía ocho canciones. Sus tonos dance con algunos elementos disco formaron las primeras bases del pop de los años ochenta que ya tenía a figuras como Michael Jackson, y que años más tarde agregó nombres como Whitney Houston y Cyndi Lauper.
Fueron su voz aguda, su estilo desenfadado y algunas letras tan cursis como provocadoras, escritas en su mayoría por ella, las que cautivaron al público.
El álbum alcanzó el puesto número ocho de la lista de Billboard y logró obtener en Estados Unidos cinco discos de Platino al vender más de cinco millones de copias. Mientras que en todo el mundo se estima que la cantidad de ventas asciende a 10 millones.
Con este disco, Madonna comenzó a convertirse no sólo en un icono de la moda gracias a su alocado peinado y sus decenas de pulseras colgando, también se desató una ola de intérpretes femeninas que han permeado el mercado de la música pop hasta nuestros días.
Así se cimentaron las bases de alguien que años más tarde se ganaría el título de Reina del pop.