Comunidades de lacandones en Chiapas no tienen miedo de morir contagiados, sino de hambre; por lo que se están dedicando a cazar animales silvestres para tener alimentos para sus familias, además de estar acatando las medidas establecidas en la contingencia sanitaria.
La principal actividad económica para estas comunidades es el turismo que gusta de visitar las ruinas de Bonampak, los centros ecoturísticos y recorrer la selva y sus ríos, sin embargo, debido a la situación de la pandemia no hay visitantes y la economía de muchas comunidades lacandonas es precaria.
Se debe destacar que las poblaciones de lacandones en la zona Selva, de las comunidades Nueva Palestina, Frontera Corozal, Pico de Oro, Orizaba y Lacanja Chansayab, así como de los municipios de Benemérito de Las Américas y Marqués de Comillas están libres del virus del Covid-19.
Su mayor preocupación por ahora no es la afluencia turística, sino la sobrevivencia de las familias de la zona, ya que por dedicarse a atender su principal fuente de ingresos que es el turismo, no prepararon la tierra ni han sembrado maíz, por lo que ahora para alimentarse tienen que cazar.
Los indígenas señalan que el poco abastecimiento lo consiguen en Benemérito de Las Américas, porque hacia Palenque no pueden salir, debido al cerco sanitario establecido.
Tampoco pueden ir a Francisco León, porque les dijeron que ahí ya se registran casos del Covid 19, aunque la Secretaría de Salud no lo ha confirmado, pero por evitar el riesgo prefieren acudir a ese lugar.
Sostienen que se han mantenido atendiendo el llamado de las autoridades sanitarias como lo es la sana distancia, después de que se dio a conocer el primer caso de Covid-19 en Palenque, las medidas fueron más serias y se instaló el cerco sanitario en toda la zona.
/TG